Al menos 120 personas han muerto a consecuencia de las inundaciones provocadas por las devastadoras lluvias en el este de Alemania y 1.300 personas continúan desaparecidas, según el último balance de las autoridades.
«El temor es que la cifra tenga que ser corregida al alza», dijo un portavoz de la policía de Coblenza, ciudad ubicada en la desembocadura del río Mosela, afluente del Rin, una de las zonas afectadas.
La ministra de Medio Ambiente, Svenja Schulze, habló ya de una «tragedia nacional» y anunció ayuda urgente para los afectados.
«Los gobiernos federal y estatales deben encontrar rápidamente una solución para ayudar a los afectados», sin trabas burocráticas, añadió.
Este viernes por la mañana se derrumbaron varias casas en Erftstadt, cerca de Colonia, y los equipos de rescate trabajaban para ayudar a los residentes que habían regresado a sus hogares pese a las advertencias.
Sé el primero en comentar