Cada cierto tiempo salen a la luz historias relacionadas al narcotráfico las cuáles nos hacen pensar hasta qué punto nos estamos deshumanizando como sociedad.
Casos que van desde sacrificios humanos hasta canibalismo el narcotráfico tiene historias aterradoras.
Una de ellas se dió a conocer cuando se informó que el grupo de Los Caballeros Templarios extraían órganos de sus víctimas como parte de un ritual de iniciación de sus nuevos integrantes.
Los rituales eran convocados por las noches en lugares seguros para la organización. Las llamaban “cenas”, aseguró el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo de Michoacán, Alfredo Castillo. Pero estaban muy lejos de ser un encuentro normal.
Malverde y La Santísima
En declaraciones ante la Procuraduría General de la República un exintegrante de La Familia Michoacana aseguró que los aspirantes a enrolarse en el grupo debían desmembrar los cuerpos de sus adversarios.
En tamaulipas los Zetas secuestran pasajeros de autobuses que circulaban por San Fernando y los obligaban a golpearse entre ellos con marros hasta morir.
En Morelos el entrenamiento de los miembros adolescentes de la organización de los hermanos Beltrán Leyva consiste en golpear con tablas de madera a una persona desnuda.
Muchos miembros de los carteles rinden culto a imágenes semi religiosas como La Santa Muerte o Jesús Malverde, a quien se considera el santo de los narcotraficantes.
Narcotraficantes capaces de todo
Mundo David Pavón Cuéllar investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo señaló que los rituales son una forma de poner a prueba a los candidatos.
“Se intenta detectar debilidades, miramientos o consideraciones del sujeto que podrían impedir la realización del futuro trabajo como sicario”, explica.
También buscan “comprometer a quien comete el acto violento, especialmente si se trata de un acto criminal”.
“El cartel sabrá y a menudo tendrá pruebas de que los nuevos miembros cometieron un crimen”.
Sé el primero en comentar