En un estudio aplicado a 3 mil adolescentes en la ciudad de México, de entre 12 y 17 años, se halló que uno de cada 5 tiene trastorno mental moderado
CIUDAD DE MÉXICO.- Padecer en la adolescencia depresión y no atenderla tiene un costo que se paga en la juventud y cobra intereses en la adultez.
Alcanzar un menor nivel educativo, ocupacional y económico; tener una peor productividad laboral, embarazos no deseados, accidentes automovilísticos y relaciones interpersonales disfuncionales son algunas de las secuelas, señaló María Elena Medina Mora, directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Lo grave, advirtió la especialista, es que los adultos jóvenes de entre 23 y 28 años de edad tienen una incidencia mayor de problemas de salud mental que generaciones anteriores.
Indicó que el crecimiento mayor en trastornos de ansiedad, depresión y consumo de sustancias se ha presentado en ese grupo poblacional.
“Encontramos que ese crecimiento importante en la enfermedad mental es sobre todo en la población más joven”, dijo en entrevista.
La especialista explicó que llegaron a esa conclusión luego de hacer un estudio de seguimiento a adolescentes que participaron en la Encuesta de Salud Mental Adolescente en 2005.
En ese año, entrevistaron a 3 mil 5 adolescentes de entre 12 y 17 años que vivían en la Ciudad de México y detectaron que uno de cada cinco presentaba trastornos moderados de ansiedad, depresión, o uso de sustancias, mientras que uno de cada 11 tenía un trastorno grave.
Ocho años después, en 2013, entrevistaron a mil 71 participantes de la encuesta original que lograron localizar de nuevo, cuando ya tenían entre 20 y 25 años, con el objetivo de determinar si las enfermedades mentales persisten de la adolescencia hasta la adultez y las implicaciones que pueden tener en el funcionamiento de la vida adulta.
Alrededor del 40 por ciento sigue luchando contra la depresión o la ansiedad y ha desarrollado nuevas enfermedades.
Eso se debe a que sólo uno de cada seis jóvenes con un problema de salud mental busca y recibe atención especializada.
“Los datos que tenemos actuales son de crecimiento en la ideación suicida, también en este grupo de población, de intento suicida y también de abuso de sustancias”, agregó Medina Mora.
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