Durante un mes, Japón se declara en estado de alarma sanitaria, busca atajar el repunte reciente de la pandemia de coronavirus.
Qué afectará a los centros educativos y a los lugares de ocio, buscando no afectar demasiado a la poderosa maquinaria productiva del país.
No hay tiempo que perder (…). Hay riesgos de una grave amenaza para la vida de la gente”.
Así lo afirmo Shinzo Abe, primer ministro, durante una rueda de prensa, es la primera vez en la historia reciente del país que se aplica esta medida, conocida en Japón como estado de emergencia, para hacer frente a una situación.
En principio, tiene unas dimensiones que están muy lejos de las de otros países afectados por la COVID-19, como España, Italia, Estados Unidos o donde brotó la pandemia, China.
Esta medida afectará a Tokio y a otras seis prefecturas, varias de ellas limítrofes con el área metropolitana y otras que se han visto especialmente afectadas por la pandemia, como la de Osaka.
En los últimos cinco días se ha duplicado la cantidad de afectados por el coronavirus en Tokio, donde ya se alcanzan unos mil casos, pero dijo que si se mantiene la tendencia “en dos semanas habrá diez mil y en un mes 80.000”.
El estado de emergencia entra en vigor a partir de su publicación oficial, esta misma noche, pero con efectos completos a partir de este miércoles, cuando empiecen a notarse las restricciones impuestas tanto en Tokio como en las otras seis prefecturas afectadas.
El primer ministro señaló que el propósito es reducir entre un 70 y un 80 % el contacto de persona a persona. La idea es fomentar el teletrabajo, pero no parar la producción del país.
No habrá un confinamiento como en otros países. Repito claramente este punto. Los trenes, los autobuses y el transporte público continuarán funcionando. No se cortarán las carreteras”.
El estado de emergencia ha sido declarado junto al anuncio de un paquete financiero de cerca de un billón de dólares que intentará compensar las pérdidas ocasionadas por el impacto de la pandemia.
No es una exageración decir que tanto a nivel global como en Japón estamos en la peor crisis desde el final de la II Guerra Mundial”.
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