El ciclismo se ha tornado vital durante el coronavirus.
Casi todas las tiendas tuvieron que cerrar debido a las medidas de cuarentena adoptadas por la Gran Manzana para hacer frente a la covid-19.
Pero comercios como Bellitte Bicycles fueron considerados esenciales y se les permitió permanecer abiertos.
Se han tornado fundamentales para los neoyorquinos que van a los hospitales, para los trabajadores inmigrantes que hacen repartos y para residentes aislados que buscan desesperadamente escapar de sus pequeños apartamentos para hacer un poco de ejercicio en solitario.
Nueva York | AFP Cuando la tienda de venta y reparación de bicicletas más antigua abrió sus puertas, la gripe española hacía estragos en Nueva York. Más de un siglo después, está ayudando a los neoyorquinos a trabajar y a mantener salud física y mental durante el coronavirus. pic.twitter.com/y6TLeOMlZS
— DIARIO DEPORTES 🏡 ¡QUÉDATE EN CASA! 🏡 (@DIARIODEPORTES) April 12, 2020
Los habitantes de Nueva York tratan de evitar el metro o los autobuses debido a las reglas de distanciamiento social, disfrutan de calles y avenidas desprovistas de sus embotellamientos habituales y están haciendo que las tiendas de bicicletas sean uno de los raros comercios que se benefician de la crisis.
Para muchos trabajadores, la cuarentena de Nueva York, que el gobernador Andrew Cuomo extendió hasta el 29 de abril, los ha hecho depender de una bicicleta por primera vez.
“Una bicicleta es un salvavidas para mucha gente”, mencionó Oliver Bucknor, un jamaiquino de 50 años. “Me permite seguir ganando un salario”.
Otros residentes están utilizando Citi Bikes, el popular programa de alquiler de bicicletas de Nueva York, que el gobierno está ofreciendo temporariamente de manera gratuita al personal médico.
Para otros neoyorquinos, el ciclismo es una manera de hacer deporte y matar el aburrimiento de semanas de confinamiento, aunque eso signifique pedalear sin amigos.
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