Diez integrantes de tres familias diferentes contrajeron el nuevo coronavirus en el mismo restaurante en la ciudad de Cantón, China, que visitaron el 24 de enero.
En el establecimiento en cuestión estaba prendido el aire acondicionado y al estudiar la dirección del flujo aéreo, los científicos han llegado a la conclusión de que con toda probabilidad fue precisamente la ventilación la que propagó las gotitas de virus.
“La transmisión del virus en este brote no puede ser explicada únicamente por la transmisión de gotitas. Gotitas respiratorias más grandes permanecen en el aire solo por poco tiempo y cubren solo pequeñas distancias, por lo general menos de un metro”, escribieron en el estudio.
Una de las familias estudiadas había viajado a Wuhan y uno de sus miembros que comió en el restaurante de Cantón no presentaba síntomas durante la visita, pero sí llegó a tener fiebre y tos a finales de aquel día y acudió al hospital.
Para el 5 de febrero nueve personas más padecieron el covid-19, cuatro de ellas familiares del infectado que regresó de Wuhan —la única fuente de contagio conocida—, tres miembros de otra familia y dos de la tercera.
Los científicos sostienen que el aire acondicionado propagó las gotitas del infectado inicial entre todas aquellas mesas.
“Pequeñas gotas en aerosol cargadas de virus (<5 μm) pueden permanecer en el aire y viajar largas distancias, más de un metro”, apuntaron.
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