Los empleados de la funeraria usan trajes especiales antes y después de acercarse, mantienen un cerco sanitario.
“Pues no, la verdad no me da miedo. Todos los días es lo que hacemos ir a rescatar cuerpos de hospitales, domicilios, ministerios públicos”. Fernando Sánchez, empleado de J. García López
https://www.youtube.com/watch?v=zDtrRtIhW3U
En esta funeraria ubicada al sur de la Ciudad de México, ya dieron servicio a una primera víctima del COVID-19.
“Y se procedió a una cremación directa, nosotros recogimos este cuerpo aproximadamente a las 10 de la noche y al día siguiente a las 9 de la mañana, se llevó a cabo la cremación”. Manuel Ramírez, director de J. García López
Una vez que el cuerpo llega a su destino, la propia carroza es sanitizada para evitar que quede rastro del coronavirus.
Si los familiares deciden convertir el cuerpo en cenizas, el cerco sanitario se extiende a las planchas y área de crematorios.
De manera previa y posterior a una cremación, toda esta área debe quedar totalmente sanitizada.
En caso de que decidan sepultarlos, la autoridad ya ordenó no abrir los ataúdes y recomiendan contratar funerarias certificadas.
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