¿Dónde están mas seguros los niños, dentro o fuera de la cárcel?, se preguntan las internas con la angustia de separarse de sus niños y con la incertidumbre de si corren más riesgo fuera de la prisión.
Con México en una nueva fase de máximo riesgo de contagio declarada esta semana, al sumar 12.872 casos y 1.221 muertes.
Las autoridades penitenciarias sostienen que es mejor sacar a los niños de manera voluntaria, a lo que se oponen la ONG Reinserta que defienden que las madres cuiden a sus hijos dentro de los penales.
La población reclusa femenina en México es de 11.432 personas, diseminada en 121 centros de 17 estados del país, entre mixtos y reclusorios exclusivos para mujeres.
Saskia Niño de Rivera, directora de Reinserta, ve grandes riesgos en esta medida que puede afectar negativamente el futuro de los menores de edad.
“Si la separación es obligatoria y se hace sin un trabajo previo, se pueda generar un trauma muy fuerte. El posicionamiento de los niños, dónde van a estar y si van a estar más seguros o no, es otro punto crítico”, explica a Efe.
La iniciativa “Salvaguardar la salud de las niñas y niños que nacen y viven en prisión ante el COVID-19” aporta como solución el traslado de las mujeres y sus hijos al Centro de Prevención Social Federal No. 16, ubicado en el central estado de Morelos.
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