En Estados Unidos algunos estados han reactivado su economía, al dejar que restaurantes, tiendas y otros negocios levantaran las cortinas, actuando a su propia velocidad y con sus propias restricciones para garantizar que el Covid-19 no resurja.
Entre esos estados se encuentra Luisiana, que reporto gente en los restaurantes, donde la gente que se sentaba al aire libre en mesas colocadas cada tres metros de distancia sin servicios de meseros.
Los residentes de Maine pudieron asistir a servicios en las iglesias siempre y cuando se quedaran en sus automóviles. En Nebraska un centro comercial de reabrió con barreras de plexiglás y estaciones de gel desinfectante de manos, pero con pocos compradores.
“Siento como si acabara de salir de la cárcel”, manifestó la contadora Joy Palermo mientras se sentaba con un “bloody Mary” en el Gretna Depot Cafe, en las afueras de Nueva Orléans.
Ya que la crisis ha ido estabilizándose en Europa y muchas partes de Estados Unidos, los países y estados están reduciendo gradualmente sus restricciones en medio de advertencias de los expertos de salud sobre que podría haber una segunda oleada de infecciones a menos que se aumente el volumen de pruebas para detectar el virus.
En la mayor parte de Colorado, la gente pudo ir a cortarse el cabello y volver a comprar en las tiendas, aunque las órdenes de permanecer en casa seguían en vigor en Denver y en condados aledaños.
Wyoming dejó que las barberías, salones de belleza, gimnasios y guarderías reabrieran sus puertas. En Maine, los campos de golf, peluqueros y dentistas reanudaron las actividades.
Los hoteles cercanos a las playas de Carolina del Sur estaban trabajando y los parques estatales abrieron sus puertas por primera vez en más de un mes.
En Myrtle Beach, el destino turístico más popular del estado, los elevadores de los hoteles estarán restringidos a una persona o una familia, un posible inconveniente para los complejos de 15 y 20 pisos en la zona.
La reapertura de Texas comenzó con poca gente en los centros comerciales, mientras que los restaurantes que permitían a los clientes comer en mesa estaban al 25% de su capacidad.
Manifestantes exigían a los gobernadores reiniciar las actividades económicas
En diferentes partes del país, algunos manifestantes han exigido a los gobernadores reiniciar las actividades económicas. Más de 100 personas gritaban consignas y sostenían letreros frente al Centro Thompson de Chicago, donde el gobernador J.B. Pritzker tiene una oficina, para pedir el fin del confinamiento estatal.
Pritzker, al igual que muchos otros gobernadores que ponderan los riesgos de la reapertura, dijo que quiere “que todos vuelvan al trabajo y que avancemos hacia la normalidad” tanto como cualquier otra persona, pero “no voy a hacerlo hasta que sepamos que la gente está a salvo”.
En el sitio más afectado de Estados Unidos, el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo, dijo que las escuelas y universidades permanecerán cerradas por el resto del año académico.
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