Italia comenzó el lunes la relajación del confinamiento contra el coronavirus más largo de Europa.
Permitió a unos 4,5 millones de personas volver al trabajo después de casi dos meses en casa y permitir al fin que las familias se reencuentren.
El Gobierno italiano ha ordenado un desconfinamiento gradual, dando luz verde a las fábricas para que reanuden la actividad de sus líneas de producción.
También ha permitido la reapertura de los parques, dando a los niños la oportunidad de correr, mientras que los familiares podrán reunirse de nuevo.
Sin embargo, sigue pidiéndose que se mantenga la separación entre amigos y la mayoría de las tiendas deben permanecer cerradas hasta el 18 de mayo.
Los restaurantes y bares sólo pueden ofrecer comida para llevar, mientras que escuelas, cines y teatros seguirán cerrados por tiempo indefinido.
“El Gobierno ha sido muy sabio hasta ahora, pero me preocupa que volvamos empezar demasiado pronto”
“No sé si el país podría sobrevivir a una segunda ola.” Menciona Gianluca Martucci uno de los pocos que pudo volver al trabajo este lunes.
De hecho, las autoridades sanitarias prevén una nueva ola de contagios entre octubre y diciembre.
“Es el momento más peligroso”, admite el primer ministro, Giuseppe Conte.
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