Alumnos de Pekín han vuelto este día a las escuelas, dotados con un brazalete electrónico que da la alerta en caso de fiebre, en momentos en que China teme una nueva oleada de contagios de Covid-19.
Este dispositivo es el último ejemplo del masivo recurso en China a nuevas tecnologías para intentar controlar a un virus que oficialmente ha contaminado en el país a 83 mil personas, causando 4 mil 633 muertos.
La primera nación afectada por el nuevo coronavirus, cerró todos sus colegios en enero, por lo cual los cursos se efectuaban en línea.
Ahora con estos brazaletes inteligentes proporcionan en tiempo real la temperatura de los alumnos.
Sus padres y los centros educativos pueden luego vigilar su situación a través de una aplicación en teléfono móvil.
En caso de temperatura anormal -superior a 37.2 grados- el brazalete envía una señal a los profesores que son instados a alertar a la policía.
Este dispositivo está en fase de prueba en cinco distritos de la capital china.
Los controles de temperatura, el uso obligatorio de mascarilla y las medidas de distancia física se han convertido en la norma en los establecimientos escolares del país, donde las autoridades temen un rebrote de contagios.
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