Una de las incógnitas principales del COVID-19 es hasta qué punto afecta otros órganos y sistemas del cuerpo humano, además de los pulmones y el tracto respiratorio.
Hay datos sobre su capacidad para causar caos en el sistema inmunológico y despertar una respuesta inflamatoria excesiva.
Otros estudios muestran cómo afecta la coagulación de la sangre y genera trombos peligrosos que pueden conducir a accidentes cerebrovasculares.
Y dado que muchos infectados con el nuevo coronavirus llegan a las salas de emergencia con síntomas como vómitos y diarrea, en lugar de síntomas respiratorios o fiebre, y dan positivo en la prueba.
Otra gran pregunta ha sido si el SARS-CoV-2 puede dañar especialmente el tracto digestivo. Dos nuevas investigaciones han demostrado que sí, y que provoca daño hepático.
La gastroenteróloga y hepatóloga Reem Sharaiha, de la Universidad de Cornell y el Hospital NewYork-Presbyterian, dirigió un estudio de casi 1.100 casos de adultos con COVID-19 en la ciudad de Nueva York.
Que sufrió el mayor impacto por su densidad de habitantes, entre el 4 de marzo y el 9 de abril.
Encontró que la tercera parte de las personas hospitalizadas por el coronavirus presentaba al menos un síntoma gastrointestinal.
Y que casi las dos terceras partes tenían afectado el hígado, según indicaban sus niveles de las enzimas transaminasas.
Desde luego, los pacientes con enfermedades hepáticas crónicas tenían más riesgo de sufrir síntomas gastrointestinales, halló el trabajo de Sharaiha.
Síntoma más común
Menos obvio resultó encontrar que también las mujeres estaban en mayor peligro que los varones. La diarrea fue el síntoma más común que se registró.
Y si bien estos problemas condujeron a una mayor tasa de hospitalización, los pacientes con síntomas leves tendieron a necesitar menos de una internación en cuidados críticos.
Algo que no sucedió con aquellos que llegaron a la sala de emergencias con daño hepático, que en mayor proporción pasaron a terapia intensiva o sufrieron muerte por causas múltiples.
La otra investigación sistematizó los resultados de numerosos trabajos publicados entre enero y abril de 2020 en los que se mencionaron problemas gastrointestinales en los pacientes de COVID-19.
A medida que siguen apareciendo datos sobre las manifestaciones del COVID-19 “es importante comprender los factores de riesgo que llevan a malos resultados clínicos, como el daño hepático.
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