Universal Orlando presentó a las autoridades locales del condado de Florida sus planes para volver a abrir sus instalaciones el 5 de junio, donde se detalla cómo el parque intentará mantener a sus trabajadores y visitantes protegidos de la COVID-19.
Sus medidas comienzan en el sector de los estacionamientos, donde los espacios se ocuparán de forma alternada para que incluso los autos estén socialmente distanciados entre sí (y sin aparca autos).
Desde ahí, todas las personas que ingresen al parque deberán usar protector facial, y un empleado tomará su temperatura con un termómetro digital infrarrojo sin contacto.
Se controlarán las multitudes. Incluso en las atracciones se mantendrá una de cada dos filas sin pasajeros.
Los planes de Universal, que fueron aprobados por el equipo de trabajo del condado sin ningún tipo de objeción.
Revelan cómo durante todo el día las experiencias estarán levemente marcadas por esta nueva realidad.
Podría ser una experiencia casi espeluznante, o al menos una muy diferente de las vacaciones que la mayoría de las familias probablemente imaginaron cuando desembolsaron US$119 por boleto.
Es posible que algunas de estas medidas ni siquiera sirvan de mucho:
Como hemos aprendido en las últimas semanas, no todas las personas contagiadas con COVID-19 presentan fiebre y, de hecho, muchas no desarrollan este síntoma.
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