El organismo pide que la participación de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad sea temporal ya que es tarea designada a instituciones civiles
CIUDAD DE MÉXICO.- Las Fuerzas Armadas deben volver a las funciones que les son propias cuando las condiciones del país así lo permitan, señaló el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez.
Ante el presidente Enrique Peña Nieto, durante la entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos 2016, el Ombudsman nacional planteó el establecimiento de una ruta gradual y verificable para dicho retorno.
“El carácter extraordinario de su participación en tareas de seguridad pública no debe asumirse como algo permanente o promoverse que así sea”, expresó en Los Pinos.
“La seguridad es una función que corresponde y debe estar a cargo de instituciones de carácter civil, nuestras Fuerzas Amadas deben volver cuando las condiciones del país así lo permitan”.
El presidente de la CNDH resaltó que cualquier instrumento jurídico que se formule para dar certeza al actuar de quienes combaten al crimen, necesariamente debe tomar como premisa el reconocimiento y respeto de la dignidad de las personas, como base de los derechos humanos.
“El estado mexicano no puede renunciar al ejercicio de las funciones que les son propias, pero tampoco debe vulnerar los derechos de las personas”
“Por graves que sean las circunstancias en nuestro país, el estado mexicano no puede renunciar al ejercicio de las funciones que les son propias, pero tampoco debe vulnerar los derechos y prerrogativas de las personas”, manifestó.
“El respeto a los derechos humanos, vale la pena insistir en ello, es el eje que debe sustentar las políticas públicas y las acciones que se emprendan en todos los ámbitos del poder público, incluido por supuesto el relativo a la seguridad en todas sus dimensiones”.
En presencia de miembros del gabinete como el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, destacó la necesidad de actuar para atender los puntos críticos que más vulneran el sistema de procuración e impartición de justicia.
Si la criminalidad es uno de los fenómenos más corrosivos de los derechos humanos, advirtió el Ombudsman, las fallas en la seguridad pública potencializan ese deterioro hacia niveles más profundos de descomposición social.
“No defraudemos lo que la sociedad espera de nosotros, si bien es cierto que el contexto es adverso, también se presenta la oportunidad de cimentar las instituciones y procesos que permitan el abatimiento de la corrupción y la impunidad”, añadió.
Foto: Agencia Reforma
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