El juez federal, Uriel Villegas Ortiz, asesinado el martes 16 de junio junto a su esposa, Verónica Barajas, en el estado de Colima, había renunciado desde febrero de 2019 a la protección que el Estado mexicano le brindaba.
Villegas Ortiz, quien había llevado importantes casos penales relacionados con la delincuencia organizada.
Además, se le amenazó indirectamente en abril de 2018, se sentía fuera de riesgo.
Su voluntad se le ratificó por escrito ante la Judicatura.
“Estimo que en la actualidad, dada mi readscripción desde casi tres meses al Juzgado Noveno de Distrito de Amparo en Materia Penal, no existe dato alguno que ponga de manifiesto que me encuentro en un entorno de riesgo”, señaló Villegas a través de un oficio.
El caso más relevante que llevo durante ese periodo fue un proceso por delincuencia organizada contra Rubén Oseguera González, “El Menchito”, hijo del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
Al juez y su esposa los ejecutaron al norte de la ciudad de Colima, a la que llegó apenas el 1 de febrero como juzgador de Control del Centro de Justicia Penal Federal.
Según los testimonios, los sicarios presuntamente pidieron al juez los documentos para ir a una institución financiera y formalizar la transacción.
Con este engaño, lograron que Villegas Ortiz saliera de su domicilio, donde lo asesinaron junto a su esposa.
Sé el primero en comentar