La Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo (SEMA) alargó el periodo para el uso de plásticos, tras vencer ayer el periodo de gracia establecida en ley, ante la contingencia sanitaria por la que atraviesa el estado y el país a causa del Covid-19.
Según un acuerdo de la dependencia, estará permitido el uso de contenedores de alimentos, platos, vasos, cucharas y otros utensilios de plástico desechables, siempre y cuando sean de material etiquetado como “biodegradable”.
La dependencia consultó con la secretaria de Salud, Alejandra Aguirre Crespo, si la prohibición de uso de este tipo de productos puede repercutir de manera negativa en la implementación de las medidas de seguridad sanitaria previstas para prevenir y controlar la propagación del virus SARS-CoV2.
La Secretaría de Salud respondió a través de un oficio el pasado 16 de junio, dos días antes de la entrada en vigor de la Ley, que es recomendable el uso de productos desechables preferentemente biodegradables destinados para el consumo de alimentos (vasos, platos, tazas, cubiertos, charolas, bolsa, etcétera) para fomentar y fortalecer medidas como la sana distancia ya que su utilización se relaciona con modalidades de “servicio para llevar”.
“Puede ser recomendable para fomentar la limitación de contacto físico de las personas con los enseres en los que sirven y consumen alimentos y bebidas, lo que puede redundar en reducir el número de personas que manipulan superficies en las que se sirve comida”, dijo la SSA.
Por tanto, la SEMA optó por no limitar el uso de estos materiales tal como está previsto en el artículo 22 de la Ley para la Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de los Residuos del estado.
Los plásticos biodegradables están prohibidos en la Ley por distintas razones, principalmente relacionadas con la imposibilidad de verificar si, efectivamente, se desintegran en condiciones naturales.
Izarelly Rosillo Pantoja, doctora en derecho ambiental y consultora de la SEMA para la elaboración de la Ley estatal que prohíbe el uso de plásticos, indicó en su momento que no se dio espacio a la posibilidad de utilizar materiales biodegradables porque para ello se requieren estudios científicos a profundidad y actualmente ni siquiera la Unión Europea tiene los reglamentos necesarios para determinar en qué condiciones los plásticos pueden ser biodegradables.
La especialista refirió que en el municipio de Querétaro, por ejemplo, se permitió el uso de plásticos biodegradables, pero que recayó en el Ayuntamiento la responsabilidad de verificar cuáles bolsas si eran biodegradables y cuáles no, pues en ocasiones lo único que tienen de distinto a las bolsas tradicionales es que son de color marrón y tienen una etiqueta verde.
Aunado a ello, expuso, actualmente se encuentra en proceso de reformarse una Norma Oficial Mexicana en la materia, por lo que se buscó no generar leyes que en el futuro puedan contravenir a lo dispuesto en la normativa federal.
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