El gobierno atribuye los ataques en los que han fallecido cuatro personas a movimientos separatistas; hasta ahora nadie ha reclamado su autoría
BANGKOK, Tailandia.- Una cadena de atentados ha sacudido varios puntos turísticos de Tailandia y ha dejado al menos cuatro muertos y 35 heridos. En una sucesión aparentemente coordinada, una decena de artefactos estalló en la noche del jueves y la mañana del viernes en las poblaciones de Hua Hin y Trang, en la playa Patong de la isla de Phuket, y en Surat Thani, todas en el sur del país y cercanas a provincias con presencia de insurgencia separatista. Ningún grupo reivindicó los ataques, pero los medios locales apuntan a movimiento separatista musulmán del extremo sur del país.
Las autoridades de Tailandia, gobernada por una junta militar desde el golpe de Estado de 2014, rebajaron la serie de explosiones a acciones de “sabotaje local” y rechazaron que se tratara de atentados terroristas. Dos personas han sido detenidas como sospechosas de estar vinculadas a los ataques.
“Las bombas pretenden crear caos y confusión”, aseguró el primer ministro, el general Prayuth Chan-ocha, que pidió calma con la mirada puesta en el turismo, que representa el 10% del PIB. La policía asegura que un equipo especial investigará la oleada de explosiones y vigilará especialmente las atracciones turísticas. Entre los heridos hay una decena de visitantes extranjeros.
Los medios locales apuntaron al movimiento separatista musulmán del extremo sur del país. La mayoría de los electores de las provincias de esa zona (Pattani, Yala y Narathiwat) votaron el pasado fin de semana no en el referéndum de la nueva Constitución, que reforzará el poder de los militares. Los atentados son habituales en esa región, escenario de un conflicto separatista que se ha cobrado más de 6.500 muertos desde 2004. De hecho, desde la consulta se han producido ataques en siete provincias con artefactos explosivos y bombas incendiarias, afirmó ayer Chakthip Chaijinda, jefe nacional de la policía tailandesa, citado por la agencia Reuters. El responsable policial admitió que información de inteligencia apuntaba a ataques inminentes, pero sin datos suficientes para prevenirlos.
Fuente: El País / Foto: La Nación Argentina
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