CIUDAD DE MÉXICO.- En la última actualización que hizo sobre los daños a sucursales de las empresas que la integran, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad) informó que 250 tiendas fueron saqueadas “en su totalidad” en todo el país durante los disturbios registrados el miércoles y que se extendieron hasta la madrugada este jueves, incluso en estados que no habían detectado en sus primeros reportes como Tabasco y Quintana Roo, en este último caso en la zona turística de Cancún. La cifra prácticamente triplica los 79 casos de saqueo que la organización reportó anoche.
La información fue proporcionada por Manuel Cardona, director de relaciones con el gobierno de la Antad, en una entrevista radiofónica.
La Antad aglutina 5 mil 213 supermercados o tiendas de autoservicio y 2 mil 154 tiendas departamentales, pero la mayoría de sus asociados son 41 mil 183 tiendas especializadas, entre las que se incluyen las cadenas de las tiendas de conveniencia, farmacias, boutiques y ópticas.
El funcionario no detalló cuántas afectaciones se registraron por cada tipo de negocio, pero mencionó que también se evalúa si además del saqueo de mercancía hubo daños a las instalaciones o equipo de cada sucursal afectada.
Señaló que los directivos de la organización se reunirán esta mañana con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, así como con autoridades de la Ciudad de México y del estado de México.
Si bien puntualizó que las tiendas asociadas a la Antad que cerraron ayer fueron “casos aislados” en puntos muy específicos del país por el descontrol que se registró y la decisión se tomó para no poner en riesgo a empleados y consumidores, señaló que por la situación se requiere la intervención del gobierno federal para garantizar la seguridad, particularmente en este día tan importante para las ventas del sector porque es la víspera del Día de Reyes.
Reconoció que la respuesta de las autoridades capitalinas y del estado de México ha sido inmediata cuando los miembros de la Antad emiten una alerta, pero insistió que ante el tamaño del problema se requiere que se involucre el gobierno federal porque la estrategia de seguridad que se que se ha tenido hasta entonces con autoridades locales quedó rebasada ya que el problema escaló otros dimensiones.
Fuente: La Jornada
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