WASHINGTON, EU.- La compañía automotriz Toyota defendió hoy su inversión de mil millones de dólares en una nueva planta en Guanajuato al asegurar que ésta no tiene impacto en los niveles de empleo en Estados Unidos.
Sólo minutos después de que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, amenazara a la compañía con imponerle un alto arancel a la producción de su nueva planta, Toyota aclaró que la nueva sede está en Guanajuato -y no en Baja California, como Trump afirmó- y dijo estar lista para colaborar con la próxima Administración Trump.
“Toyota ha sido parte del tejido cultural en Estados Unidos por casi 60 años. El volumen de producción o empleo en el país no disminuirá como resultado de nuestra nueva planta en Guanajuato, México anunciada en abril de 2015”, respondió Toyota en un comunicado enviado luego de la amenaza de Trump vía Twitter.
“Toyota espera colaborar con la Administración Trump para servir de la mejor manera a los intereses de los consumidores y de la industria automotriz”, añadió la compañía japonesa.
También aseguró que su planta en Baja California, establecida desde el año 2002, está destinada a apoyar la producción de una planta en Texas para el ensamblaje de sus camionetas Tundras y Tacomas, por lo que la consideró complementaria a la producción regional.
En su comunicado, Toyota detalló que cuenta con 10 plantas manufactureras en Estados Unidos con más de 21 mil millones de dólares en inversión directa en ese país y más de 136 mil empleados además de al menos 4 nuevas inversiones en Kentucky, Alabama, Indiana y West Virginia.
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