El estelar corredor Le’Veon Bell (Jets) y el brillante receptor Michael Thomas (Santos) son el reflejo de un crudo comienzo de campaña en la NFL al tener ante sí varias semanas de rehabilitación tras sus actuaciones en la primera semana, en la que Marlon Mack (Potros) sufrió una lesión que lo marginará toda la campaña.
Los Jets colocaron en la lista de lesionados a Bell después de conocerse la gravedad de su lesión en el tendón de la corva que lo obligó a abandonar el duelo ante los Bills.
El diagnóstico de Thomas -el mejor receptor de la liga la campaña pasada- fue creciendo en gravedad y ayer se determinó que la dolencia en el tobillo que padeció ante los Bucaneros lo hará ausentarse varias semanas.
La NFL inicia así una campaña en la que las semanas de preparación se vieron recortadas debido a la pandemia del nuevo coronavirus, que trajo consigo la cancelación de los duelos de pretemporada.
Bell y Thomas cuentan con la esperanza de que avanzada la campaña se podrán reincorporar, ilusión con la que no cuenta Mack, joven corredor de 24 años de los Potros quien afrontaba este año como la primera opción en el ataque terrestre del equipo, pero apenas tuvo cuatro acarreos para una ganancia de 26 yardas antes de sufrir la ruptura del tendón de Aquiles.
Las lesiones ensombrecen el panorama de los equipos, que en varios casos ya sufren con ausencias de elementos que decidieron no jugar ante el temor de contagios por covid-19.
La liga modificó sus reglas antes del comienzo de la temporada para dar más flexibilidad en la reincorporación de jugadores en las listas de lesionados, previendo que se puedan registrar contagios por el coronavirus, y que los equipos puedan disponer de sus elementos en cuanto tengan pruebas negativas.
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