El pasado viernes 2 de octubre, un hombre fue sentenciado a 4 años de prisión luego de declararse culpable de agujerar un preservativo que usó durante el acto sexual con su pareja.
Lo cual hizo sin el consentimiento de ella, y fue calificado como un acto de ‘pura maldad’.
Andrew Lewis, de 47 años, fue descubierto por su pareja, cuando al buscar en una mesita de noche, se encontró un alfiler y condones agujerados en un cajón, justamente después de tener sexo con él.
La mujer buscó el preservativo que acababa de usar entre la basura, y se percató que al igual que los otros tenía un agujero hecho con un alfiler, por lo que fue denunciado de violación.
Un juez destacó que la mujer consintió tener sexo solamente con el uso de una forma de protección, por lo que calificó lo ocurrido como una “ruptura de la confianza”.
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