CIUDAD DE MÉXICO.- El ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari salió a la defensa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y de sus beneficios para sus miembros.
En una columna publicada para el lanzamiento del nuevo blog de la London School of Economics and Political Science sobre América Latina y el Caribe, el ex mandatario establece que la clave para atajar las problemáticas derivadas de la economía global es la competitividad.
Además, indica que dañar el TLC no mejorará la competitividad estadounidense. “La competitividad no puede ser alcanzada por medio de gestos paternalistas a los trabajadores, ataques autócratas a ciertas firmas, o deshonrando a socios vitales en el comercio internacional.
“Sólo Norteamérica como región puede ofrecer una plataforma competitiva efectiva para sus naciones constituyentes. En lugar de socavar el TLC, Trump, en Estados Unidos; (Justin) Trudeau, en Canadá, y (Enrique) Peña Nieto, en México, deben trabajar juntos para reforzarlo”, asegura Salinas.
El ex mandatario hace un recuento de la negociación del tratado, de la que él fue partícipe. Recuerda que las circunstancias globales, como la caída del muro de Berlín, hicieron que México cambiara su posición respecto a negociar un TLC.
Menciona también cómo, a través de los cuatro años de negociaciones, la relación México-Estados Unidos se fusionó con un nivel de madurez sin precedentes, que ayudaron a superar sus diferencias.
“Siempre con un marco de dignidad y respeto. Pese a una vez estar condenados a ser vecinos, ahora estábamos construyendo un destino compartido. El mismo enfoque debe prevalecer hoy”, sostiene.
Salinas procede entonces a enlistar los logros del TLC, entre ellos hacer que México pasara de ser una nación monoexportadora de petróleo a exportar actualmente alrededor de mil millones de dólares en bienes diariamente.
“Pero cada dólar de bienes mexicanos exportados contiene 40 centavos de importaciones estadounidenses, lo cual se traduce en más empleos. Alrededor de siete millones de empleos en Estados Unidos y tres millones de trabajos en México dependen de esta intensa relación comercial”, explica.
También dedica un espacio para aclarar algunas de las que califica como falsas impresiones en México sobre el impacto del tratado que, asegura, no socavó los salarios en el país, sino que, aquellos trabajos relacionados con el tratado, tuvieron un incremento del 40 por ciento.
Asimismo, niega que el TLC alejara a México de Latinoamérica, sino que el país, asegura, sirvió de inspiración para que otros siguieran sus pasos.
Salinas señala que, pese a que las cifras en Estados Unidos son “igual de impresionantes”, el país vecino no ha terminado de aceptar el tratado, lo cual quedó de manifiesto en la última elección presidencial.
“Dos imágenes se repiten constantemente: el flujo interminable de migrantes a través de su frontera sur y el de las ciudades desoladas empobrecidas por los cierres de fábricas, especialmente en el Cinturón de Óxido”, dice.
El ex presidente explica que la participación de la industria manufacturera estadounidense en el PIB comenzó a decaer desde los años 60, y que empeoró con la apertura de China y los cambios en el sistema capitalista.
“Nadie ha sostenido de manera alta y clara que, pese desindustrialización que se produce en las principales economías mundiales, entre los diez estados de los Estados Unidos que han obtenido la mayoría de los puestos de trabajo a raíz del TLCAN se encuentran precisamente aquellos dentro del Cinturón de Óxido: Ohio, Michigan y Pennsylvania”, ataja.
Sobre el tema de la migración, señala que fue precisamente el tratado el que contuvo el tamaño del flujo migratorio tras la crisis de 1995, y que hoy en día son más los mexicanos que regresan que los que van a Estados Unidos.
Sé el primero en comentar