En Yucatán hay un sinfín de maravillas naturales a lo largo y ancho de su territorio. Además de sus paisajes selváticos y sus zonas arqueológicas, ele stado destaca por la presencia de numerosos cenotes en toda su superficie.
Ya sean cenotes abiertos, semiabiertos, cerrados o aguadas, estos pozos atraen a los visitantes por su belleza y su profunda conexión con la antigua civilización maya. Su importancia es tan grande dentro de las tradiciones locales que una familia yucateca decidió crear su propio minicenote en el patio de su casa.
Aquí te mostramos las fotos y te contamos los detalles de este proyecto.
Tekom se localiza en la zona oriente de Yucatán, cerca del Pueblo Mágico de Valladolid. Su nombre proviene de la lengua maya y significa “en el lugar de la hondonada”, por su territorio libre de grandes relieves, describe la página del gobierno estatal.
En la época prehispánica, estas tierras pertenecían a un cacicazgo maya, mejor conocido como Cupul. Aunque no hay suficiente evidencia de asentamientos mayas en esta zona, existen vestigios arqueológicos a solo tres kilómetros de distancia.
Hoy en día, Tekom cuenta con un aproximado de 3 ,100 habitantes y posee distintos sitios de interés, como la iglesia de San Pedro Apóstol y la iglesia de San Francisco. Y, ahora, cuenta con un nuevo atractivo, el minicenote K’om Ha. La entrada cuesta únicamente 10 pesos.
Tekom es el hogar de la familia Batún Pat que aprovechó el encierro provocado por la pandemia de Covid-19 para darle un nuevo atractivo a su localidad: un estanque artificial en forma de minicenote, elaborado dentro del patio de su casa.
Daniel Batún, Héctor Poot y su grupo de amigos emprendieron este proyecto ecológico para hacerle un hábitat digno a varios peces de agua dulce. Durante este proceso, los jóvenes cavaron la tierra blanda, limpiaron las formaciones rocosas del suelo, colocaron piedras alrededor, recubrieron y llenaron el hueco con agua cristalina.
Posteriormente, decoraron su estanque con plantas acuáticas y trajeron decenas de peces diminutos para que nadaran en este paraíso recién hecho. El resultado final recuerda a los característicos cenotes del estado de Yucatán.
A este tipo de cavidades pequeñas se les denomina “jaltún” en idioma maya, cuya traducción al español es “oquedad en la piedra”. Este término se refiere a la acumulación de lluvia dentro de las formaciones naturales de las rocas y su uso se remonta a la época prehispánica, cuando los mayas los utilizaban para la recolección de agua en tiempos de sequía.
Este minicenote no solo es una iniciativa divertida para los jóvenes, sino un homenaje a sus antepasados y a las riquezas naturales del estado donde crecieron.
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