Astrónomos dirigidos por Kevin Napler, de la Universidad de Michigan, refutaron la evidencia fundamental para la existencia de un supuesto planeta gigante orbitando el Sol mucho más allá de Plutón y que ha causado gran polémica en la comunidad científica desde hace años, y es que la “evidencia” los ha llevado a pensar incluso que se trata de un agujero negro.
La prueba vigente para un Planeta Nueve consiste en la detección de órbitas aparentemente agrupadas de pequeños objetos transneptunianos, o TNO, en el sistema solar exterior extremo, un comportamiento que se atribuye a la atracción producida por ese planeta hipotético, diez veces más masivo que la Tierra.
Pero el equipo de Napler sugiere que el sesgo de selección pudo haber jugado un papel en la justificación original del Planeta Nueve.
Los seis TNO estudiados para que en 2016 los astrónomos de Caltech Konstantin Batygin y Michael Brown predijeran la existencia del Planeta Nueve son tan distantes y tenues que solo se pueden detectar, si es que se ven, cuando sus órbitas los llevan relativamente cerca del sistema solar interior.
El equipo de Napier analizó otros 14 TNO extremos descubiertos en tres estudios y concluyó que su detección se basaba en dónde se encontraban en ese momento y en la capacidad de los telescopios en cuestión para detectarlos.
No se puede descartar por completo la existencia del Planeta Nueve
Así, para la nueva investigación publicada en arXiv, el agrupamiento visto en las órbitas de los TNO originales citados en apoyo del Planeta Nueve puede haber sido el resultado de dónde estaban los cuerpos cuando fueron observados.
Los TNO pueden distribuirse uniformemente por todo el sistema solar exterior sin necesidad de la influencia gravitacional de un planeta invisible.
“Es importante señalar que nuestro trabajo no descarta explícitamente el Planeta X/Planeta Nueve; sus efectos dinámicos aún no están lo suficientemente bien definidos como para falsificar su existencia con datos actuales”, escriben los investigadores. “En cambio, hemos demostrado que, dado el conjunto actual de ETNO (TNO extremos) de encuestas bien caracterizadas, no hay evidencia para descartar la hipótesis nula”
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