El juez estadounidense Peter Cahill imputó este jueves al expolicía Derek Chauvin con un nuevo cargo, de asesinato en tercer grado, por la muerte de George Floyd, que desencadenó una ola de protestas y disturbios raciales en todo Estados Unidos.
Cahill, juez de distrito del condado de Hennepin, tomó esta decisión después de que el Tribunal Supremo estatal de Minesota optara el miércoles por no aceptar una apelación de la defensa de Chauvin frente a este nuevo cargo.
El viernes pasado, la Corte de Apelaciones de Minesota resolvió que Cahill debía reconsiderar la acusación de asesinato en tercer grado, que fue rechazada en octubre.
Con esta nueva imputación, Chauvin afronta los cargos de asesinato en segundo y tercer grado, y de homicidio en segundo grado.
El exagente blanco fue grabado el pasado 25 de mayo por cámaras de seguridad y móviles de transeúntes mientras presionaba su rodilla ocho minutos y 46 segundos contra el cuello de Floyd, quien se quejó de que no podía respirar y murió asfixiado.
Con la admisión del tercer cargo el jurado tendrá en el futuro una nueva opción bajo la que condenar a Chauvin, si considera que sus acciones no suponen un asesinato en segundo grado.
Un asesinato en segundo grado supone que no ha sido premeditado pero que había intención de matar, mientras que en tercer grado indica que no tenía dicha intención o que hubo una negligencia que acabó en la muerte de la víctima.
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