Parece que casi todo el mundo está bastante interesado en los zombis en estos días, ya sea por los nuevos capítulos de la popular serie The Walking Dead o por la reciente noticia sobre la actualización de la guía de preparación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Sin embargo, no todos los zombis en las películas y en la televisión se crean por igual, ya que algunos son lentos como en “La noche de los muertos vivientes” de George A. Romero, mientras que otros son rápidos y agresivos (infectados) como en “28 días después” de Danny Boyle.
Por muy generalizado que sea este tema en la ciencia ficción, ¿qué posibilidades hay de que esto ocurra realmente?
Un nuevo estudio elaborado por científicos italianos advierte que el virus de la rabia podría mutar, ya sea de forma natural o artificial, en una enfermedad apocalíptica que convertirá a los humanos en zombis hiperagresivos.
Un peligro real para la humanidad
Los autores del estudio Giuseppe Lippi, profesor de la Universidad de Verona, y Gianfranco Cervellin, director del Departamento de Emergencias-Urgencias del Hospital Universitario de Parma, advierten que el mundo debe comenzar a pensar con una nueva perspectiva cuando se trata de epidemias a gran escala.
Si bien la rabia no causará un apocalipsis zombi en la actualidad, el estudio (que puedes leer aquí) sostiene que sería teóricamente posible mediante ingeniería de virus natural o artificial producir una cepa viral de rabia que pudiera transmitirse de humano a humano.
Es posible que el virus pueda modificarse para incubar más rápido, tener una “neurotoxicidad mejorada” y una predisposición a desarrollar comportamientos altamente agresivos.
Según informa la revista digital The Debrief, el virus de la rabia (RABV) pertenece a la familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus. Al igual que otros virus, como la COVID-19, se cree que el Lyssavirus se originó en una población de murciélagos que transfirió el virus a otros mamíferos como roedores y perros.
El método de infección más común ocurre cuando un mamífero infectado rasca o muerde a otro mamífero. El virus generalmente se transmite a través de la saliva.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para los países predominantemente en desarrollo, aproximadamente el 99% de los casos son causados por perros infectados que atacan a los humanos.
En Estados Unidos, donde la rabia es relativamente rara en la población canina, los murciélagos siguen siendo el transmisor clave del virus.
La rabia suele adoptar dos formas en los seres humanos. Aproximadamente el 20% de los casos son paralíticos y hacen que el cuerpo se apague lentamente. Si no se trata, el paciente eventualmente pierde el conocimiento y muere. El tipo más común es la llamada “rabia furiosa”, que hace que el paciente se vuelva hiperactivo y, a veces, agresivo.
La hidrofobia (miedo al agua) también es un síntoma común y también puede ocurrir aerofobia (miedo al aire fresco). Si no se trata, el paciente morirá a los pocos días de la aparición de los síntomas hasta el paro cardiorrespiratorio.
¿Puede la rabia causar la zombificación?
El estudio del profesor Lippi y el Dr. Cervellin explora algunos aspectos clave de cómo la rabia, que ya está vinculada a la zombificación a través del aumento de la agresión y se transfiere a través de las mordeduras, podría convertirse en una enfermedad que acabaría con el mundo y provocaría la destrucción total de la especie humana.
“Ahora se reconoce ampliamente que muchos virus se caracterizan por altas tasas de mutación que ocurren naturalmente, que inducen cambios constantes como un medio confiable para escapar de las defensas del huésped o facilitar su transmisión a otros huéspedes susceptibles”, explica el estudio.
“El virus de la rabia no es una excepción a esta regla… existe una amplia gama (hasta 100) de variantes antigénicas de este patógeno en una amplia gama de huéspedes animales y ubicaciones geográficas.”
El estudio además explica que el más mínimo cambio evolutivo en estas variaciones puede alterar el virus de muchas formas.
“Incluso las mutaciones de un solo aminoácido en las proteínas del virus de la rabia pueden alterar considerablemente sus características biológicas, por ejemplo aumentando su patogenicidad y propagación viral en humanos, convirtiendo así al virus mutado en una amenaza tangible para toda la humanidad”, afirman los autores.
La investigación también explora cómo el Lyssavirus de la rabia podría teóricamente ser alterado en un laboratorio para convertirse en un arma. Los autores argumentan que una amenaza igual puede provenir de la ciencia de la ingeniería genética, que reproduciría el escenario teatral representado en las películas de la saga “Resident Evil”.
Sin embargo, el estudio va más allá al asegurar que los avances en ingeniería genética han creado la posibilidad de que los científicos desarrollen algunos virus en un laboratorio, como por ejemplo el brote de 2003 del virus SARS, el cual podría haber sido un virus diseñado biológicamente.
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