Según el diario O’Globo, se han usado tantos condones en Río, que han estado a punto de atascar el sistema de desagüe que sirve a la ciudad.
Lanzados a los sanitarios, los condones se han acumulado en el colector que recoge los objetos sólidos (como las bolsas de plástico) en las canalizaciones de las aguas residuales.
La Villa Olímpica ha estado a punto de experimentar lo sucedido en la Villa de los Juegos Panamericanos de 2007, celebrados también en Río, cuando los preservativos colapsaron el sistema de evacuación de agua del edificio donde se alojaba la delegación de Argentina.
Según la BBC, el Comité Olímpico Internacional (COI) distribuyó 350 mil preservativos masculinos y 100 mil femeninos gratuitamente entre atletas, entrenadores y otros miembros de las delegaciones.
El objetivo: promover sexo seguro en una ciudad donde, además de las enfermedades bien conocidas de transmisión sexual, existe el virus del zika, que puede transmitirse por esa vía.
Los preservativos fueron comprados con dinero público brasileño y, en promedio, hubo más de 40 disponibles por cada deportista, para apenas 19 días de competiciones.
Fuente: SDP Noticias
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