Por: Omar Aguilar.
Nadie puede decir que un nuevo Modelo Educativo está mal. Pero, si ya hay cambios estructurales en todo el andamiaje legal del México de hoy, ¿será que también que llegó la hora de dejar atrás al presidencialismo y pasar al régimen semi parlamentario? ¿podemos tener ya un jefe de gabinete, similar a la figura del primer ministro?
El nuevo Modelo Educativo, si bien se trata de un enorme avance en beneficio de todos los mexicanos en virtud de que se deja una forma de educar atrasada e inútil, muchos se preguntan por qué se realiza hasta el cuarto año de la presente administración, en vísperas de las elecciones federales para renovar la Presidencia de la República.
En Palacio Nacional se dijo que será hasta el 2018 cuando comenzarán a verse este tipo de cambios. Lo que parece es que se están cargando los dados a favor de Aurelio Nuño Mayer, ya que el anuncio que realizó el presidente Enrique Peña Nieto vienen a favorecer al titular de la SEP.
Se mencionó que hace 95 años, con la creación de la Secretaría de Educación Pública, nuestro país inició un camino que en aquel momento parecía utópico: llevar educación a todos los rincones de la Patria. Como afirmaba José Vasconcelos, era impartir las primeras letras y los conocimientos básicos, así como difundir la cultura nacional e internacional, entre todos los mexicanos.
Hoy, efectivamente las cosas han cambiado y el Modelo Educativo ya es obsoleto. Nadie puede negar eso. Pero, así como la educación se quedó en rezago, la política también. El sistema político actual también requiere de una profunda reestructuración al grado de cambiar todo desde los cimientos.
No es posible tener un nuevo marco jurídico en todas las ramas de la actividad social de México y dejar pendiente el sistema político.
Muchos no estarán de acuerdo, o dirán que es demasiado, embargo, no cae mal en recordar que el régimen semi parlamentario, existe al lado de la figura de un Jefe de Estado. Éste es elegido por medio de elección popular, debiendo obtener una mayoría absoluta en una o dos vueltas.
El primer ministro, en estos modelos políticos, es el encargado de controlar políticamente al Presidente y al Parlamento. La importancia del Primer Ministro es fundamental, ya que debe ser un hombre de confianza del Presidente a la vez que ha de mantener buenas relaciones con la mayoría del Parlamento para que el Gobierno funcione de manera efectiva.
Con estas nuevas figuras, se podría evitar que estos cambios estructurales como la del Modelo Educativo parezcan que tienen una enorme carga electoral, debido a que tienen que ser consensuadas con el Congreso de la Unión, con los partidos políticos y otros sectores de la sociedad, por lo que dejarían de ser parte de una estrategia –que se podría decir-, servirá para apuntalar a un aspirante presidencial en específico.
Así las cosas, sí a las Reformas Estructurales, sí al nuevo Modelo Educativo, pero también se debe decir “sí” a la implementación de un nuevo sistema político que deje a tras tantos rezagos, deficiencias y actos de corrupción que han afectado a todo el país.
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