Lo que debía ser un día maravilloso para una novia que espera con ansias su vestido de bodas, se convirtió en una pesadilla para esta clienta quien compró un vestido de 61 mil pesos a un diseñador de Tulum, quien le entregó uno en las peores condiciones.
La novia se sintió estafada por el diseñador Fernando Preda a quien encargó la confección de su vestido de bodas.
A través de Twiter, la usuaria Pauli explicó el pasado 12 de julio que pagó 3 mil 70 dólares (61 mil pesos) por esa prenda que le entregaron llena de manchas de tinta y sin el diseño prometido.
Por si fuera poco la novia denunció que Fernando Preda no cumplió con la fecha de entrega acordada para finales de diciembre y fue entregado hasta abril.
Pidiendo varias transferencias bancarias para ir cobrando tela, bordadoras, confección, unión de las piezas, caja del envío y envío, siempre con largas y solicitando dinero de por medio.
Al pedirle fotos, Fernando Preda solo le daba largas y mandaba algunas fotografías de detalles del vestido, pero no de la prenda completa.
Pauli le pidió que el vestido fuera entregado a una amiga que estaba en Playa del Carmen, para que no lo mandara hasta Nueva York, pero este fue mandado no en la prometida caja, sino en un saco con una mancha que pareciera de café.
El vestido no era nada de lo que había epdido Pauli, además era inmenso, ridículamente largo y tenía manchas de tinta.
Por su parte, Fernando Preda, se disculpó luego de viralizarse su caso en redes sociales y publicó recientemente en su cuenta de Instagram un agradecimiento a Pauli. “…Gracias Pauli por responderme y darme la oportunidad de parar esta situación”. Aunque ahora la cuenta está restringida.
No obstante, la novia publicó en su Twitter que la solución que encontró ante esta estafa fue otra: “Pero por suerte todo tuvo un final feliz, 2 días antes de la boda fui a un outlet y compré mi vestido por muchiiiiiiiisimo menos y me quedó perfecto”.
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