Grecia continúa su lucha para apagar los incendios que arden en todo el país. Cientos de fuegos han bañado el territorio en los últimos días, los más graves en la isla de Eubea, el Peloponeso y los suburbios del norte de Atenas, y todavía quedan alrededor de cincuenta por extinguir.
A pesar de la lluvia que finalmente cayó en el día de ayer, los fuertes vientos han intensificado las llamas. En Eubea, se han ido desplazando hacia el suroeste, después de arrasar con prácticamente todo el norte. Calcis, capital de la isla, es una de los lugares que ha sido declarado en riesgo de quema; casi 40 poblaciones enteras fueron evacuadas, y el viernes por la noche, más de 600 personas tuvieron que ser sacadas de la isla en ferry, en una operación que dejó imágenes de películas.
La impotencia de los afectados, críticas en redes sociales o informaciones de medios locales en contra del Gobierno, al que lo ven como principal responsable por la falta de medios, son los únicos gestos que quedan.
Destacan que el Ejecutivo griego recortó más de mil millones de euros en prevención y lucha contraincendios, así como advertir de la falta de mapas forestales que abre una ventana a la quema premeditada para la especulación, aunque el Gobierno asegura que todas las áreas afectadas se podrán reforestar.
Por otro lado, también son acusados de haber aumentado el presupuesto militar y la contratación de más agentes de Policía, mientras el verano -y esta situación en concreto- les ha dejado con miles de bomberos menos y camiones anticuados.
De los 17 millones de euros que el Cuerpo de Bomberos pidió para este 2021, solo han visto una décima parte, es decir, menos de dos millones de euros.
Por otra parte, al menos dos incendios todavía siguen abiertos cerca de Atenas. Varios habitantes de la capital helena y comarca tuvieron que ser evacuados, sobre todo porque la calidad del aire en la zona se había vuelto insoportable, debido al humo de los incendios forestales que llegaron a los suburbios de la ciudad.
El viernes fue un día catastrófico, y ayer mejoró por momentos, aunque la situación no está del todo controlada. El vicegobernador de la región capitalina Ática, Nikos Peppas, aseguró ayer a la televisión privada Skai que a pesar del “verdadero infierno” que se ha vivido durante la noche, las autoridades esperaban manejar el suceso a finales del sábado o a principios del domingo, como muy tarde.
“Por vez primera podemos decir que la situación ha mejorado en cierto modo. Ahora mismo tenemos dos frentes abiertos en vez de cuatro”.
explicó Peppas a Skai TV.
Las zonas residenciales de Thrakomadedones, Stamata y Agios Stefanos también se vieron afectados desde primera hora del viernes. Pero es en el Peloponeso, en el sur de la Grecia continental, donde las llamas están más descontroladas, similar a Eubea.
“Si no hacemos nada, el fuego se extenderá por todas partes”, advertía el gobernador de la provincia Central de Grecia, Fanis Spanos, quien pidió ayuda al gobierno.
De momento, el fuego ha dejado una víctima mortal, un hombre de 38 años que murió por las heridas causadas tras su caída de un poste eléctrico de alta tensión mientras participaba en la extinción del incendio de los suburbios del norte de Atenas como bombero voluntario.
Cuatro bomberos también están hospitalizados, dos de ellos en estado crítico, por quemaduras en las vías respiratorias. Según el viceministro de Protección Ciudadana, Nikos Jardaliás, se han realizado tres detenciones: Un hombre en Kalamata, en el Peloponeso, acusado de varios incendios premeditados, otro hombre en Fócida, en el centro del país, por presunta negligencia tras quemar rastrojos, y una mujer en el centro de Atenas, por intentar provocar un fuego.
La mejora es muy leve, por lo que los gobernantes piden ayuda urgente al resto de países. Sigue presente un gran operativo en el que hay ya activo un avión anfibio enviado por España junto a seis miembros de la Unidad Militar de Emergencias, según confirmó ayer el embajador español en Grecia, Enrique Viguera.
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