La Administración del Ayuntamiento de Othón P. Blanco que dirige el presidente municipal Otoniel Segovia Martínez, realiza la instalación de 97 lámparas sobre la avenida Álvaro Obregón, con un precio elevado de más de 18 mil pesos por cada luminaria, mientras que en el mercado rondan los tres mil pesos.
De acuerdo con la información de la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, la inversión en esa obra es de dos millones 40 mil pesos e incluyó únicamente la sustitución de luminarias.
La regidora María Hadad Castillo, presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano y Transporte en el Cabildo de Othón P. Blanco, precisó que se trata de lámparas solaled city plus u100g57b1v, con un precio comercial de 24 mil pesos por una caja de ocho piezas, es decir, que cada una tiene un costo individual de tres mil pesos, sin embargo, Otoniel Segovia Martínez pagó un sobreprecio de 18 mil 30 pesos por cada lámpara.
“Resulta que si hace unos años nos asustamos por las luminarias que nos vendieron en cinco mil pesos ahora nos encontramos con la amarga sorpresa de que las luminarias que están instalando en la avenida Álvaro Obregón son cuatro veces más caras que las anteriores, es un incremento exagerado en los precios de estos accesorios y exigimos cuentas claras en esta obra”, señaló.
Indicó que este tipo de actos por parte de la máxima autoridad en el municipio de Othón P. Blanco, resulta una burla para los habitantes, pues no existe transparencia en la aplicación de recursos federales.
“Lo peor es que en el recorrido que hicimos en la avenida, nos dimos cuenta que ya instalaron 95 de las 97 luminarias y únicamente colocaron la lámpara, no colocaron los dados de concreto y no cambiaron los postes, son los mismos viejos y dañados que ya tienen muchos años de antigüedad y en la licitación se contempla la colocación de 97 postes y 97 dados de concreto: cada poste se cotizó en casi seis mil pesos y no se instalaron”, añadió.
Finalmente, dijo que ya se informó al Órgano Interno de Control sobre esta situación, “porque es evidente que es un robo a despoblado y no hay nadie que supervise estas obras, cuyos montos inflados debieron detectarse desde el proceso de licitación y ser observados”.
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