CANCÚN, Q. ROO.- Durante la homilía de este domingo, en la catedral de Cancún, el obispo Pedro Pablo Elizondo Cárdenas recordó la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén montado en un burro, rodeado de palmas y de ramas de olivo.
Todos salen a recibirlo diciendo ‘viva el hijo de David’; Él entra como rey de la paz, y las palmas y los olivos son de la paz, de la alegría del evangelio… Lo aclaman como cuando un emperador que entra triunfante después de ganar una batalla”, explicó.
Recordó a los fieles que el pueblo creyó en Jesucristo, aunque sufrió la muerte, ésta no tenía la última palabra, ni el demonio, ni la guerra, sino la paz y la armonía. Este domingo es cuando las personas llegan más a la iglesia como cuando le dan algo, como las palmas. Pidió que la población trabaje más en la paz, que se respete la familia en el hogar.
En cuanto a los tiempos violentos que se viven en Quintana Roo, el prelado manifestó que las personas se acercan más a la iglesia, para “tener una esperanza, tener una seguridad, cuando se acercan a la fe y les llega la palabra de Dios al corazón la gente se siente más tranquila, más en paz y donde hay una iglesia, baja la violencia”.
Para la tradición del recorrido de los siete templos, este miércoles próximo, Pedro Pablo Elizondo dijo que los fieles cuando menos asistan a alguno para que contemplen la eucaristía, que la gente escoja el que más le guste, donde sienta la paz.
Por último, solicitó que todos agarren la palma de la paz para que en esta temporada se pueda disfrutar del paraíso, para que se dé la reencarnación de la hospitalidad y la bondad, porque los mexicanos son amables, al menos así lo ven los europeos que vienen a este destino turístico.
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