CANCÚN, Q. ROO.- Fuertes vientos y eventuales lluvias han afectado a la producción de pescados y mariscos que se ofertan en el destino. La producción de mero en filete y completo es la más vulnerada en cuanto a especies que se capturan en las costas quintanarroenses, mientras que el camarón que se trae de otros estados también disminuyó y además, incrementó su costo debido al encarecimiento del transporte, explicaron dependientes de diversos expendios de pescados y mariscos entrevistados por este medio.
El mero, pargo, boquinete, coronado, entre otras, son especies que se pescan en nuestras costas y que se han visto a la baja debido al mal tiempo y por ende, el cierre cotidiano de los puertos. Guadalupe Valdés, propietaria de una pescadería hizo notar en entrevista que recién el día de ayer se agotó la producción con la que contaban de mero, debido a que no hay oferta de esta especie y sí es, por el contrario, la que más demanda tiene.
En la actualidad, un kilogramo de filete de mero se vende al público hasta en 300 pesos, pero se encuentra agotado en la mayoría de los negocios que lo expenden. A decir de Enrique Zorrilla, otro de nuestros entrevistados, la problemática es mayor para los expendedores de pescados y mariscos y los restaurantes a quienes surten, pues en el caso de los hoteles, quienes compran a grandes empacadoras, no tienen el problema de la escasez.
Aún la oferta de camarón seco que se vende en el centro de esta ciudad y que llega a los expendedores desde el estado de Oaxaca es escasa, debido a la falta de lluvias en el estado del pacífico y un importante incremento en el costo del transporte.
Afecta alza de los combustibles
Jorge López Santiago, quien ofrece productos de ese estado, que además del camarón seco incluye pescado seco, tlayudas, chocolate y demás productos típicos de la tierra de Juárez, resumió el problema del costo del transporte con el ejemplo de lo que les cobra un taxista por llevarles de la terminal del ADO a su negocio que está a tres cuadras y media con cinco bultos que bien caven en la cajuela, sólo por llevar bultos, o acaso por ser comerciantes, la dejada les cuesta 150 pesos.
Los expendedores de pescados y mariscos quienes tendrían que estar haciendo su “agosto” en abril se enfrentan a estas problemáticas, además de una demanda menor en relación al año pasado, según Guadalupe Veldez, ha decrecido.
No obstante, se espera que para este jueves se incremente la demanda debido a las fechas; la esperanza de incremento en las ventas, tan sólo de ayer a este jueves se estima en un 100 por ciento.
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