El príncipe Alberto de Mónaco reveló el miércoles que su esposa ya no estaba en Mónaco a pesar de haber regresado de Sudáfrica 9 días antes tras pasar más de seis meses convaleciente por una fuerte infección en oídos, nariz y garganta y tuvo que ser operada en tres ocasiones.
A través de una entrevista a People, el príncipe explicó, esta vez de manera muy directa y honesta, lo que pasa con la salud de la exnadadora de 43 años: al llegar a su hogar “se dio cuenta de que necesitaba ayuda”, comentó.
De hecho parece que “estuvo bastante bien en las primeras horas (tras llegar a Mónaco) y luego se hizo bastante evidente que no se encontraba bien” por diferentes factores en los que no entró en detalles Alberto, pero sí comentó que Charlène “estaba claramente agotada, física y emocionalmente. Estaba abrumada y no podía enfrentar los deberes oficiales, la vida en general o incluso la vida familiar”.
Sobre cuándo se tomó la decisión de internar a su esposa en un centro de salud para tratar su estado físico y mental, Alberto dijo que fue luego de que él regresara de su viaje a Dubai hace unos días, y asegura que fue una decisión tomada en familia junto a los hermanos de Charlène y su cuñada.
Príncipe asegura que no es COVID
También habló de su estado físico y confirmó que “ha perdido mucho peso, lo que la hace vulnerable a otras posibles dolencias. Un resfriado o una gripe o, que Dios nos ayude, COVID”.
Nuevamente, haciendo mención a toda la clase de rumores que han salido sobre la salud de la princesa, él aclara: “Déjame decirte: esto no es COVID. Y no está relacionado con el cáncer. No es un problema de relación personal. Y si quieres discutir otra especulación, no está relacionado a una cirugía plástica o trabajo facial en absoluto”.
Por último, el príncipe pidió espacio y privacidad para su familia, comentando que su esposa necesita sanar y recuperarse para estar de regreso, “les ruego a todos que lo entiendan y que por favor dejen a mi familia en paz durante las próximas semanas”, sentenció.
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