CANCÚN, Q. Roo.- El pasado 14 de julio, el director de Gobernación de Quintana Roo, Isaías Capeline Lizárraga, fue asesinado junto con su escolta, Ángel Casillas Méndez, en una calle residencial junto al bulevar Luis Donaldo Colosio, cerca de su domicilio. A continuación la segunda parte de la crónica sobre la ejecución y actividades de Capeline.
LOS TIEMPOS
El 16 de noviembre de 2015, Capeline Lizárraga resumió su vida en 13 minutos durante una profusa entrevista hecha por el periodista Jonathan Estrada con quien le unía “un afecto personal”, según aceptó frente a las cámaras.
Es en el minuto 3:15 cuando dice que es “el malo de la película” y reconoce lo que desde el inicio de la administración estatal trasciende: “hay muy poca lealtad hacia el gobernador y sobre todo de muchos que dicen que la tienen, pero no es así”.
Sin pensar que ocho meses después, a raíz de su ejecución violenta, su nombre aparecería en 251 portales de medios de comunicación impresos, radiofónicos y televisivos, Capeline dijo que “no es común que aparezca en medios de comunicación”.
“¿Por qué, si eres un funcionario estatal?”, se le preguntó. Tras jalar una bocanada de aire respondió: “Generalmente a alguien hay que echarle la culpa de todo lo malo. Cuando inicia la administración soy de los pocos funcionarios que tienen la oportunidad de rechazar posiciones. Las rechacé porque sentía que no eran donde yo podía resolver temas y ayudar a quien yo le debo, a quien ha confiado mucho en mí, y que es Roberto Borge, gobernador del estado. Me ofreció dos posiciones antes de la Dirección General de Gobernación. Cuando me dijo que iba a tener la oportunidad de movernos, la libertad de hacer nuestro trabajo, que íbamos a generar una oficina que no iba a ser la de generar chismes, la de inventar, sino la de generar situaciones que sirvieran para otro tipo de acciones, y me dio la libertad de trabajar como era, acepté de inmediato”.
LA DINASTÍA
En la muñeca derecha de su mano luce un reloj ostentoso, plateado, se dice que poseía una colección sólo porque era un hombre rigurosamente puntual. “Mi papá Isaías Capeline Ramos llegó a Quintana Roo en 1942 y es un hombre a quien en la zona sur se le reconoce. Se dice que instituyó el Servicio Secreto en Quintana Roo, lo traemos en la sangre”.
Recordó que su padre le trabajó a gobernadores desde Margarito Ramírez hasta Mario Villanueva, es decir, desde lo que fue el Territorio Federal hasta el período de 1993-1999 e insistió “es algo que hemos traído en la sangre, nos hemos sentido como pez en el agua en esa área. Y, lamentablemente a mí me toca vigilar el comportamiento de algunas personas y que obvio a nadie le gusta que le señales lo malo. Entonces esa es la parte difícil, donde yo soy el malo de la película”.
Repitió que su papá instauró en Quintana Roo un sistema de información y vigilancia secreta que es diferente al de Estados Unidos. Dijo que sobre él existía una montaña de mitos: “Que si yo bajo llamadas. Gente que bromea, como el periodista David Romero, que cuando falla su teléfono dice: ‘Capeline, ya deja de estarme grabando’; y bueno, yo tengo la fortuna de que en muchas ocasiones ha habido señalamientos de autoridades federales de que yo tengo equipo y muchas tonterías para hacer mi trabajo y no es necesario. Hay muchas técnicas que hoy en día no han podido ser superadas”.
A boca de jarro se le pregunta sobre sus actividades: “Tu papá tenía un equipo de informantes muy fuerte, incluso algunos después del período de Villanueva se fueron a Gobernación federal ¿qué pasó con esa gente?”.
Respondió Capeline: “Hay que innovar, lo que se usaba antiguamente y la tecnología, y lo que pasa es que luego son identificados, entonces tienen que cambiar, porque de repente cuando alguien llega a cubrir una marcha o una actividad ya son señalados: ‘fulano trabaja en Gobernación’. Eso obliga a que el equipo tenga que ser movido constantemente, pues son fáciles de detectar porque los ven en todas las marchas”.
Del resto de la entrevista resaltamos las siguientes preguntas:
¿Es cierto que los mensajes en tiempo real que son borrados se pueden recuperar con algún aparato?
“Hasta donde yo sé, no. Sí hemos tenido que aprender y averiguar de todos esos mitos. Son mitos porque nadie los ve. Todos tenemos idea de que hay equipos y herramientas para hacer ese tipo de trabajos y quienes tienen legalmente la facultad de hacerlo es Inteligencia Militar, la Marina, la PGR, para combatir a la delincuencia organizada. Es la gente que tiene que tener eso, grupos antisecuestro, ese tipo de autoridad para intervenir y ejercer. Espías, el Cisen, es el mismo trabajo que nosotros hacemos. Ellos lo hacen a nivel federal y nosotros a nivel local”.
Capeline, ¿cuál es el propósito de hacer ese trabajo?
“¡Mantener el orden! Prever cualquier situación que pueda ir en contra del gobierno. Nuestro trabajo es complicado, porque hay gente que empieza a organizar y abusa de la buena fe de campesinos, trabajadores, que son usados como medida de presión en las que los líderes son los que se benefician. Cuando una marcha es bien armada, bien intencionada, obvio se les da la oportunidad de manifestarse. Una prueba fehaciente es la protesta de Antorcha Campesina ahora frente a Palacio de Gobierno, y se les ha respetado, ha habido actividades allí y se les ha pedido que se muevan momentáneamente y se les ha permitido regresar a manifestarse por lo que consideran justo”.
Hay funcionarios que se sienten incómodos contigo…
“Sí, es parte de mi trabajo, ver que todos cumplan con lineamientos y mandatos del gobernador. Hoy comentaba en una reunión con el gobernador que las redes sociales juegan un papel tan importante y hay mucha gente que monitoreamos que día a día tiene un golpeteo contra el gobernador, y que lo señalan como un gobernador represivo, intolerante, y yo pienso que si fuera así no tendrían la oportunidad de estar haciendo lo que hacen todos los días.
Ahí está Pedro Canché, salió de la cárcel y es de los más críticos al gobierno. Pedro Canché, Tania Casa Madrid, Deysi Baeza; mucha gente que hace un golpeteo día a día hacia el gobernador. Y todos, curiosamente si los revisas, si te vas al pasado, vas a ver que dentro de su accionar, en las oportunidades que tuvieron, no fueron las mejores”.
Fuiste líder de la FSTE (Federación de Sindicatos de Trabajadores del Estado), te enfrentaste a Mario Villanueva Madrid y te metió a la cárcel.
“¡Dos veces, y me sirvió mucho de lección! Aprendí a no involucrarme en la política. Yo no vivo de la política, vivo de mi trabajo. Fue una experiencia muy desafortunada, por eso es ahí cuando la gente te señala muchas veces. De hecho, cuando me ofrecen la primera oportunidad de la posición que querían que yo ocupara les dije: ‘te voy a generar problemas mediáticos’, porque la gente no se acuerda de las acciones buenas, lo malo es lo que perdura, lo bueno todo se olvida y todos se quieren colgar las medallas”.
Te han acusado de que tú quemas los carros y haces la represión en contra de ellos.
“Yo les digo que nunca me han probado nada. O sea, a alguien hay que echarle la culpa. Yo lo he aprendido y no me pesa ser el villano favorito, de hecho hasta lo medio disfruto y no porque yo sea cínico o perverso (que no lo soy) sino de que yo entiendo de que a alguien hay que echarle la culpa de los errores de los demás. O sea, tratar de distraer a la gente cuando cometen raterías. Yo he recibido amenazas de muerte de El Topo (Jorge Carlos Aguilar Osorio), hoy diputado, las tuve muchas veces y amenazas de muerte las recibo todos los días. Yo escuché a Julián Ricalde en alguna ocasión decir que me iba a matar estando en una situación de confrontación con él y te digo, siempre con bases”.
¿Por qué mataron a tu escolta?
“Lo digo abiertamente: él tenía relaciones con la SIEDO y con Inteligencia Militar. Yo siento que fue la mafia, no tengo la certeza ni las pruebas para señalar, por eso pues él cayó en el cumplimiento de su deber. Yo así lo catalogo. Yo lo defendí, porque hubo gente que decía que yo lo mandaba a cobrar narcotienditas y yo digo, a mí me han revisado de arriba abajo y toda la vida he caído parado. La gente me conoce, sabe cómo me muevo y eso es lo importante”.
DE SU FIDELIDAD A BORGE
Después de varios días de cumplir años, la gente que trabajó con Capeline Lizárraga en la Dirección General de Gobernación le insistió en compartir unos tamalitos y un pastel en la mañana. Capeline dijo que no era muy partícipe de las actividades sociales, de aparecer en medios, pero que recién lo había hecho para inaugurar un restaurante en copropiedad con sus hijos mayores en Chetumal, al que llamaron i-Dream, evento donde el invitado especial fue el gobernador Borge quien hizo un espacio de su agenda para acompañarlos.
En el pequeño convite en sus oficinas dijo: “¡Vamos a ayudar al gobernador!. Yo creo que mucha gente es ignorante y lo digo no en un término despectivo, lo digo porque desconocen realmente y hemos tenido la oportunidad de trabajar muy cerca con el gobernador Borge. Les puedo decir que no es fácil ser político. Yo veo mucha gente que quiere incursionar en política, que quiere ocupar posiciones importantes, que quiere ser gobernador, de verdad les digo que no es fácil. Hay muy poca lealtad hacia el gobernador y sobre todo de muchos que dicen que la tienen. Yo no aspiro a ninguna posición política, yo hago mi trabajo lo mejor que puedo. Yo no tengo sábados ni domingos, yo laboro a la hora que el gobernador dispone”.
¿SE EQUIVOCÓ ALGUNA VEZ?
En todo el tiempo que tuvo de hablar y de colaborar de cerca con el gobernador Roberto Borge, Capeline aceptó que sólo en una ocasión dio una información incorrecta, que sólo en una ocasión se había equivocado:
“Un trabajador generó la información, inmediatamente la subí sin corroborar. Confiamos en esta persona y resultó una información falsa. Entonces tuvimos una responsabilidad, aceptamos que nos habíamos equivocado, y hasta hoy en día no hemos fallado después de esa situación. Si no tengo la confirmación de los datos pido tiempo, pido oportunidad para corroborar, y hasta no tener el sustento de la información no la subimos”.
David Zarco
Sé el primero en comentar