Grupos de ejidatarios de Morocoy instalaron una caseta en el camino de acceso a la zona arqueológica de Dzibanché para cobrar el ingreso a los turistas, sin que esto sea autorizado por las autoridades.
Según el comisariado, desde hace tiempo se presentó la solicitud ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); argumentando que las zonas arqueológicas se encuentran dentro del perímetro de su ejido.
Sin embargo, su petición no fue atendida. Después se envió una invitación al delegado del INAH en Quintana Roo, Margarito Molina, pero no se presentó.
En consecuencia, el comisionado dijo que cansados de esta indiferencia, decidieron por ellos mismos realizar una caseta de cobro.
Advirtieron que se mantendrá la caseta hasta llegar a un acuerdo con las autoridades.
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