El presidente Andrés Manuel López Obrador festejó que en las marchas realizadas ayer por contingentes de mujeres con motivo del 8M hubo saldo blanco.
“Decirle al pueblo de México que todo terminó en santa paz y de nuevo felicitar a las mujeres que participaron por su actitud responsable y combativa al mismo tiempo, pero se optó por la paz, no por la violencia”, señaló.
El presidente volvió a justificar la instalación del cerco metálico e insinuó que sus adversarios estaban infiltrados entre las mujeres que protestaron y realizaron acciones en contra de las vallas.
De acuerdo con el mandatario federal, fue gracias a las vallas de 3 metros que rodearon la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional que se evitaron “choques y desgracias”.
“Estaban nuestros adversarios esperando que se incendiara el Palacio o la Catedral, pero se tomaron las medidas necesarias porque ya los conocemos, sobre todo a los que tiran la piedra y esconden la mano”, apuntó.
“‘Te conozco bacalao, aunque vengas disfrazado’, no les gustó que se pusiera la valla, pero imagínense si no la ponemos. Un grupo minoritario se fue sobre ella a quererla tirar con martillos, sopletes y no pudieron porque es una valla alta, fuerte, pero eso evitó el choque y desgracias”, explicó.
Durante la conferencia de prensa matutina, el mandatario agradeció la actuación de las mujeres “que luchan por esta causa justa, de que no haya maltrato a las mujeres y sobre todo que no haya feminicidios”.
“Fue una marcha numerosa, ordenada y pacífica”, comentó.
De igual modo agradeció la actuación de la mujeres policías, de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Guardia Nacional para evitar la violencia: “No hubo represión, se garantizó la libertad de expresión”.
A dos años de la histórica marcha de 2020, poco antes de declararse la emergencia por COVID-19, las mujeres se adueñaron de las calles con una asistencia reconocida por el gobierno de la Ciudad de México de unos 75,000 manifestantes.
Mujeres con pañuelos morados y verdes llenaron las Líneas 1 y 2 del Metro para llegar al Monumento a la Revolución y el Ángel de la Independencia, dos de los puntos de partida para la marcha por el Día Internacional de la Mujer en la Ciudad de México.
Pese a la advertencia del gobierno capitalino de que sería una marcha “muy violenta” y la recomendación de “tomar precauciones”, emitidas por el secretario de Gobierno, Martí Batres, fue tal la convocatoria que por la cantidad de gente se tuvo que cerrar un sentido de la Avenida México-Tenochtitlan, al salir del Metro Revolución.
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