Un grupo de ciclistas desde antes de la pandemia en sus viajes han descubierto cenotes y seis asentamientos mayas en diferentes puntos de Yucatán.
Según narran, la aventura inició cuando decidieron subirse a un auto e ir en busca de un cementerio en Misnebalam, un pueblo fantasma en el municipio de Progreso, al norte de Yucatán.
Los ciclistas tienen diferentes, profesiones, Aarón Novelo es enfermero de profesión, Saúl Pech, repartidor en motocicleta y Juan Miranda, que es mecánico; el trabajador de mantenimiento Carlos Pacheco, y a los meseros David Gil y Humberto Torres
El último de sus hallazgos fue una pirámide maya en Dzibalkú. Afirman que son lugares donde ni siquiera han llegado las autoridades estatales, menos las federales.
Entre sus primeros hallazgos fue dentro de un rancho conocido como San Chemas, en Tizimín, donde encontraron un cenote. Y que en el municipio de Ixil, se toparon con unas pirámides.
Mientras que en Misnebalam localizaron un sitio arqueológico abandonado; y que algunas pirámides miden unos 15 metros.
En su cuarto hallazgo fue en Tzikul, una especie de complejo prehispánico, de unos 500 metros de largo, con varias pirámides y un juego de pelota. El quinto hallazgo fue en Chac II, comunidad del municipio sureño Oxkutzcab. Cuentan que observaron columnas, un juego de pelota, piedras talladas, así como la cabeza de una serpiente al pie de la construcción.
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