El río Po, el más largo de Italia y que alimenta a los campos agrícolas de miles de italianos, según un informe emitido por Euro News, se está viento afectado por una sequía tan severa, que el agua del mar ha podido ser succionada río arriba.
El agua en el delta es “más alta que río arriba” y el vacío que deja la falta de agua del río lo está llenando el agua del mar. Al menos, así lo asegura Giancarlo Mantovani, director de un consorcio que protege la biodiversidad del delta. Según dice, se puede ver retroceder río arriba en algunas áreas.
Para los agricultores, esto significa que el agua salada se filtra en sus tierras y envenena los cultivos que se ennegrecen y marchitan.
Ya hace tres meses que no llueve y, lo peor es que sigue sin llover. Aunque el punto inicial del problema empieza en los Alpes donde el nivel de nieve en la actualidad está en los valores mínimos en 20 años. Es decir, un cincuenta por ciento más bajo que la media.
No solo hay menos nieve, sino que los glaciares de los Alpes, donde se encuentran las reservas de agua dulce, tienen un grosor mucho menor.
Este proceso no está teniendo lugar solo en Italia, sierras de todo el mundo están sufriendo este mismo problema.
En Italia, los granjeros están bombeando agua, pero solo encuentran agua salada. Incluso río arriba. Esto significa que los cultivos se perderán. Y que un treinta por ciento de la producción agrícola del país se irá a pique.
Esta región es conocida por producir tomates, frutas y verduras, entre otros. Además de contar con el cincuenta por ciento del ganado del país.
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