INDIANÁPOLIS, EU. –Takuma Sato se convirtió en el primer japonés que gana las 500 millas de Indianápolis, tras un cerrado final que se definió hasta las últimas vueltas de la legendaria carrera que este 2017 celebró su edición 101.
Con los ojos centrados en lo que pudiera hacer el español Fernando Alonso en su primera aventura en IndyCar, la suerte del motor Honda le volvió jugar una mala pasada, después de que otros dos motores de la misma marca se rompieran, tocó el turno al piloto de Fórmula Uno.
Alonso iba séptimo con posibilidades de pelear por el podio, pero a 20 vueltas del final su motor dijo basta, el ibérico tuvo que retirarse ante los aplausos de más de 300 mil espectadores en el óvalo de Indianápolis.
El piloto de McLaren impuso su respeto en la pista, largó quinto y pudo soretar varios incidentes a lo largo de la carrera; se mantuvo competitivo e incluso fue líder de la prueba hasta el aparatoso accidente del “poleman” Scott Dixon, quien resultó ileso a pesar del impacto.
Luego del mal término de lo que podría ser una gran hazaña, la carrera volvió a centrarse en los punteros, Max Chilton seguía de líder, pero cuando se reanudó tras el abandono de Alonso hubo un contacto multiple provocado por Oriel Servia, que arrastró a otros coches.
El incidente provocó bandera roja y entonces la carrera se reanudo con 15 vueltas por finalizar. A siete del final, Helio Castroneves logró superar a Chilton, pero el gusto le duró poco, Sato, que venía tercero, empezó una remontada espectacular para pasar a Chilton y luego, en el momento clave, quedarse con el liderato y privar a Castroneves de una cuarta victoria en este escenario.
El japonés se enfiló a la gloria en Indianápolis, su mejor lugar había sido un décimo tercer puesto en ocho apariciones y ahora le regresa la alegría a Honda, tras un día de preocupación por los continuos fallos de sus motores. (Fuente: Notimex).
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