WASHINGTON, EU.- Donald Trump ha cumplido su promesa y ha anunciado este jueves la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París para el Cambio Climático. Repasamos en qué consistía el compromiso ratificado por su antecesor, Barack Obama, en 2015 y las consecuencias que puede tener tanto para el país como para el resto del mundo.
¿QUÉ ES EL ACUERDO DE PARÍS CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO?
Se trata del primer pacto internacional para reducir la emisión de gases contaminantes de efecto invernadero a la atmósfera. Fue ratificado en París a finales de 2015 por casi 200 naciones, entre las que se encuentran Estados Unidos y China, los dos mayores contaminantes del mundo. Solo Siria y Nicaragua están fuera del acuerdo, a los que se une ahora EE UU.
¿CÓMO FUNCIONA?
Los expertos apuntan a que el éxito del acuerdo radica en que no impone una legislación a cada uno de los países que después deba ser ratificada por sus parlamentos. Las naciones que participan en el pacto simplemente deben anunciar qué porcentaje de emisiones se comprometen a reducir y en qué plazo, y también participan en las negociaciones posteriores —la siguiente se celebrará en 2018 y después cada cinco años.
¿A QUÉ SE HABÍA COMPROMETIDO EL GOBIERNO ESTADOUNIDENSE?
Como país miembro del Acuerdo de París, EE UU pretendía una reducción de las emisiones contaminantes de entre un 26% y 28% para 2025 con respecto a los niveles de 2005. Los expertos aseguran que, al cancelar las políticas energéticas de Obama, EE UU solo lo reduciría un 14%, según estimaciones de la consultora Rhodium Group.
¿CÓMO PUEDE ABANDONARLO ESTADOS UNIDOS?
Trump ya adelantó desde que era candidato a la Casa Blanca que, si ganaba las elecciones presidenciales, retiraría a EE UU del Acuerdo. El proceso, sin embargo, no es rápido ni automático. El pacto de París estableció que los países no podrían abandonarlo durante los primeros tres años y, una vez decidido, no sería efectivo hasta un año después. Es decir, en teoría, EE UU seguirá formando parte del acuerdo del clima hasta 2020.
En la práctica, sin embargo, la situación es distinta. Trump ha aprobado diversas normativas que ya han desmantelado la política de Obama en su lucha contra el cambio climático y que contribuirán a que no se reduzcan las emisiones. A falta de estas protecciones, EE UU ya iba a fracasar en su compromiso con París. El mandatario republicano ha eliminado los planes energéticos que prohibían nuevas explotaciones de energías fósiles y ha dado vía libre a las extracciones en zonas costeras de EE UU que Obama había protegido.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TENDRÁ PARA EE UU?
Estados Unidos seguirá siendo uno de los grandes países contaminantes —el segundo sólo por detrás de China— y no logrará alcanzar sus objetivos en recortes de emisiones. En el terreno diplomático, Washington ya no podría acudir a ninguna de las reuniones posteriores del grupo de París ni emplear su liderazgo en la lucha contra el calentamiento global como una de sus bases para negociar con sus socios. El último ejemplo se produjo la pasada semana en la reunión del G-7.
¿Y PARA EL CALENTAMIENTO GLOBAL?
La tierra sufrirá mayores niveles de calentamiento, subirán las temperaturas medias, se acelerará el deshielo en los polos y crecerá el nivel del mar. Estas son las predicciones de los científicos que alertan de las consecuencias de no reducir las emisiones tóxicas. Si EE UU lo recorta menos de lo prometido, como segundo país más contaminante, el impacto puede ser aún mayor.
Una estimación de varios expertos consultados por Associated Press apunta a que cada año podría haber hasta 3.000 millones de toneladas más de dióxido de carbono en la atmósfera. Incluso si todos los países del Acuerdo de París cumplen su compromiso excepto EE UU, la tierra podría calentarse 0.3 grados centígrados más a finales de siglo —el objetivo es que no alcance los 2 grados para entonces y ya hemos superado más de 1,1 grado centígrado. (Fuente: El País).
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