Según ha informado el profesor Rusey, director del Departamento de Investigación del Parque Nacional Natural “Tuzlovsky limani” en Ucrania, al menos 3.000 delfines han muerto en el Mar Negro, víctima de las operaciones militares de Rusia contra Ucrania en el norte del Mar Negro.
Según Rusey, la razón de estas muertes ha sido el potente sonar de los buques de guerra, así como las explosiones submarinas, que han destruido el delicado sistema de navegación de estos animales, quedando prácticamente “ciegos”. Por este motivo, han muerto de hambre y debido a la debilidad de sus cuerpos, así como de enfermedades infecciosas.
Rusey ha confirmado que, desde que comenzó la guerra hasta ahora, se han descubierto más de 100 delfines muertos desde Odesa hasta el delta del Danubio. No obstante, ha destacado que debido a la guerra, solo se puede explorar un máximo del 3% de la costa del Mar Negro de Ucrania. El resto se encuentra inaccesible debido a la ley marcial. Una zona que precisamente es un lugar habitual de delfines. Pero, al no poderse comprobar el otro 97% de la costa, a saber cuántos delfines habrá muertos realmente, afirmando que es muy probable que esta cifra sea sustancialmente más alta.
Las investigaciones realizadas a los mamíferos que han aparecido muertos a lo largo de la costa de Ucrania, Rumanía, Bulgaria y Turquía muestran que directa o indirectamente, la causa de las muertes de los delfines es la guerra de Rusia en el Mar del Norte.
Cuando los delfines mueren como consecuencia de las redes, es fácil comprobarlo en sus cuerpos. Sin embargo, desde que comenzó la guerra, no se están echando redes en esta parte del mar, debido a la guerra. Por lo tanto, el factor causante de las redes, queda totalmente eliminado.
Para Ivan Rusey, la muerte de estos mamíferos, y su alta frecuencia ahora, tiene que ser consecuencia de los potentes sonares militares empleados por los buques de guerra que navegan frente a la costa de Ucrania.
Los delfines que se ven alcanzados por el impacto de estos sonares quedan prácticamente “ciegos”. Se quedan paralizados y son incapaces de orientarse. Como resultado de ello, chocan con todo tipo de obstáculos, incluido minas. Se chocan con rocas y se hacen heridas. No pueden cazar para comer y se quedan agotados rápidamente. Finalmente, pierden su inmunidad y enferman. Y, cuando ya no tienen fuerzas para nadar, el mar les arrastra hasta la orilla y mueren.
En la costa del Mar Muerto de Bulgaria, también se ha confirmado la muerte masiva de delfines. Dimitar Popov, que trabajó en un proyecto para la protección de cetáceos en Bulgaria, de la organización “Green Balkans” ha explicado que el número de delfines muertos en el Mar Muerto ha aumentado. Pero, que se trata de un evento que está sucediendo no solo en Bulgaria, sino también en Rumanía, Turquía, Ucrania y Rusia. El aumento de la contaminación acústica en la zona norte del Mar Negro, consecuencia de la guerra en Ucrania, está empujando a los cetáceos hacia el sur. Los animales que se han visto desplazados están exhaustos y muy estresados. Como resultado del trauma acústico sufrido, pierden temporalmente su audición y la ecolocalización. Todo el ecosistema depende de su presencia, ya que son los depredadores principales del Mar Negro.
Según el ecoactivista Atanas Rusey, de la asociación “Let´s Save Coral”, las estadísticas oficiales muestran que en los últimos meses han aparecido muertos unos 100 delfines en las costas de Bulgaria. Pero, esta cifra probablemente debería multiplicarse por 3. No hay que olvidar que solo entre un 1 a un 5% de los delfines muertos llegan a la orilla debido a las corrientes marinas.
Según el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Ucrania, el daño ecológico sufrido en las costas de Ucrania se calcula ya en billones, pero probablemente lo peor esté aún por llegar.
Las playas están plagadas de minas que los militares ucranianos han puesto para repeler la ofensiva rusa. La consecuencia de estas minas podría ser catastrófica. El mar las arrastra mar adentro y hacia las lagunas, destruyendo los hábitats de todo tipo de animales, por ejemplo, de los pelícanos durante su migración y periodo de anidación. Suele haber entre 1.000 y 1.500 ejemplares procedentes de África. Ahora solo han observado 300.
Y es que, sin lugar a dudas, la guerra no solo afecta a las personas, sino a los animales. Y al planeta entero. Por desgracia, la falta de consciencia de algunas personas, hace que la guerra siga existiendo en la Tierra.
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