Un grupo de investigadores descubrió un corazón de 380 millones de años preservado dentro de un pez prehistórico fosilizado denominado como gogonasus y que actualmente está extinto.
El hallazgo fue publicado por la revista Science, y representa el descubrimiento de un momento clave en la evolución del corazón en vertebrados, incluyendo al ser humano.
El corazón más antiguo de la historia tenía dos cámaras, una encima de la otra, de estructura similar al corazón humano.
Los investigadores sugieren que esto hizo que el corazón del animal fuera más eficiente y fue el paso crítico que lo transformó de un pez lento a un depredador rápido.
Zerina Johanson del Museo de Historia Natural de Londres, líder mundial en placodermos e independiente del equipo del profesor Trinajstic que realizó el hallazgo, también describió la investigación como un “descubrimiento extremadamente importante” que ayuda a explicar por qué el cuerpo humano es como es ahora.
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