La comparecencia de Eugenio Segura, titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, Sefiplan, al Congreso del Estado, puso paños fríos a la temperatura que había levantado la salida de Carlos Joaquín, con una deuda a corto plazo, que ahora se sabe, es de poco más de siete mil millones de pesos, más una deuda a largo plazo de 20 mil millones que arrastra el Estado —principalmente— contraída por Félix González Canto y Roberto Borge.
En el arranque el titular hizo una presentación muy ejecutiva, detallada y clara, de todos los números del estado.
Desde las deudas públicas históricas hasta los pasivos a corto plazo.
“Es una deuda manejable”, expresó, y dejó en claro que es una situación mucho mejor que la que atraviesan, por estas horas, otros estados de la república en las entrega-recepción.
Durante la exposición, el titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación dejó en claro que la curva de crecimiento de deuda tiene un pico desde 2011 a 2016, cuando gobernaron González Canto y su pupilo Borge, quienes contrataron en un esquema de deuda a largo plazo; en cambio, Carlos Joaquín, optó por los créditos a corto plazo, con la esperanza de ir cubriéndolos a medida que el Estado generara mejores ingresos.
No hay que olvidar, dijo el secretario, que durante este lapso hubo una pandemia, huracanes y tormentas que, incluso, dejaron al estado con recaudación cero durante esos meses.
Sin embargo, y pese a todo ello, destacó que hubo una contención de la deuda desde 2017 a 2022.
Lo mismo pasó con la nómina, que no rebasó el 3 por ciento de crecimiento permitido, sino que se mantuvo en el 2 por ciento.
En cuanto al presupuesto del Congreso del Estado, aclaró que ellos mismos (los diputados de pasadas legislaturas) fueron los que se auto-aprobaron un incremento al presupuesto.
El gasto principalmente fue reorientado, aclaró, a Seguridad Pública, Salud y organismos autónomos, que figuran en las tres principales erogaciones del estado.
En ese sentido, la diputada Alicia Tapia hizo hincapié en dejar de pagar rentas onerosas, cuyas propiedades en algunos casos son del mismo entorno de los funcionarios.
La diputada Luz María Beristain consultó cuánto debía cada quintanarroense, y Segura detalló que en 2017 la deuda per cápita era de 16 mil 261 pesos, y ahora está en el orden de los 11 mil 554, pero aclaró que para ello sólo se toman en cuenta los créditos a largo plazo.
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