La policía de Noruega señaló que dos activistas climáticos trataron de pegarse a la obra maestra de Edvard Munch “El grito” de 1893 en un museo de Oslo.
Sin embargo, no lograron su cometido por lo que mo se reportaron daños a la pintura que muestra una figura ondulante y esquelética que aparenta estar gritando.
Elementos policiacos detallaron que estaban alertados por el Museo Nacional de Noruega y que tenían tres sospechosos “bajo control”.
Una tercera persona filmó al par que trató de pegarse a la pintura.
Por su parte el museo dijo que en la sala donde se exhibe la pintura protegida con un cristal se “retiró al público” y tras esto fue cerrado.
Un video en redes sociales mostró a los guardias del museo reteniendo a dos activistas, uno de los cuales gritaba: “¡Yo grito por la gente que muere!”. Otro gritó “¡Yo grito cuando los legisladores ignoran la ciencia!”, mientras alguien protegía “El grito”.
La organización Stopp Oljeletinga, cuyo nombre significa alto a la exploración petrolera en noruego, dijo que había activistas suyos detrás de la protesta y dijo que “querían presionar a los legisladores para detener la exploración petrolera”. Noruega es una importante productora de gas y petróleo extraído del fondo del océano.
“Hacemos campaña contra ‘El grito’ porque es quizás la pintura más famosa de Noruega. Ha habido muchas acciones similares en Europa, han gestionado algo que ninguna otra acción había obtenido: lograr una cantidad de cobertura y prensa extremadamente grande”.
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