Seguidores del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, causaron disturbios en los alrededores de una de las sedes de la Policía Federal en Brasilia y prendieron fuego a varios vehículos en protesta por el arresto de un bolsonarista.
Los manifestantes, que vestían en su mayoría prendas de color amarillo y verde, que identifican a los seguidores de Bolsonaro, incendiaron un autobús urbano que circulaba por el centro de la capital y varios automóviles que estaban en el estacionamiento del edificio policial.
La Policía Militarizada utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para tratar de dispersar a los manifestantes que, según medios locales, trataron de invadir por la fuerza una de las sedes administrativas de la Policía Federal.
Los disturbios tuvieron lugar en la zona centríca de Brasilia, cerca del hotel donde se hospeda el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumirá el poder el próximo 1 de enero.
Agentes de Policía montaron un cerco de seguridad en torno al hotel después de que se desataran los disturbios.
Los manifestantes protestaban por el arresto de un cacique indígena, que fue detenido por orden judicial, por ser sospechoso de apoyar los actos antidemocráticos que piden un golpe de Estado contra Lula.
El magistrado de la Corte Suprema Alexandre de Moraes ordenó el arresto del cacique José Acácio Serere Xavante, por su supuesta implicación en “actos antidemocráticos”.
El líder indígena es investigado por los delitos de “amenaza, persecución y abolición violenta del Estado democrático de derecho”, indicó un comunicado de la Corte Suprema.
Xavante, de acuerdo con el comunicado, “realizó manifestaciones antidemocráticas en diversos lugares de Brasilia“, como centros comerciales, en el hotel donde está hospedado Lula y participó en una invasión al aeropuerto de la capital la semana pasada.
El futuro ministro de Justicia en el Gobierno de Lula, Flávio Dino, condenó los disturbios y la violencia, en un mensaje en las redes sociales.
“Son inaceptables la depredación y el intento de invasión al edificio de la Policía Federal en Brasilia. Las órdenes judiciales deben ser cumplidas por la Justicia federal”, declaró Dino en Twitter.
Desde la segunda vuelta de las elecciones, celebradas el 30 de octubre, miles de seguidores de Bolsonaro salieron a las calles para protestar contra el resultado de las elecciones y pedir la “intervención” de los militares para impedir la investidura de Lula.
Lula se impuso en las elecciones con el 50.9 por ciento de los votos, frente al 49.1 por ciento de Bolsonaro, quien no ha reconocido públicamente su derrota, aunque ha permitido el inicio de la transición.
Lula recibió el diploma que le acredita como presidente electo, un trámite previo a la investidura, que está prevista para el próximo 1 de enero.
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