Ante un ambiente turbulento en la economía mundial, es importante reflexionar y administrar de mejor forma la relación riesgo-rendimiento, pero con enfoque social, con el objetivo de tener un país con viabilidad a largo plazo, eso significa crear nuevos puentes de comunicación entre gobierno e iniciativa privada, dijo José Domingo Figueroa, presidenten del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El representante de los ejecutivos comentó que esto es con la intención de generar políticas públicas para reducir la desigualdad, tales como un Estado de derecho robusto y sólido, certidumbre para las inversiones, atención de salud de calidad y al alcance de todos y un sistema educativo enfocado en la economía digital.
“Un reto que tenemos es la gran polarización que estamos viviendo como país y creo que tenemos que tender puentes de comunicación para que nos entendamos y darle viabilidad a largo plazo al país”, dijo.
Recordó que en México hay 53 por ciento de la población en condiciones de pobreza, 60 por ciento de los ingresos cae en sólo 10 por ciento de la población y 60 por ciento de empleos informales, que representan 30 millones de mexicanos, no están generando fondo para el retiro y que en el largo plazo serán viejos pobres.
No obstante, reconoció que el panorama económico global no ayuda a la situación interna, como es la alta inflación, aunque ya se ven algunas señales de que se irá moderando de forma gradual a partir del tercer mes de 2023.
Agregó que lo anterior implica que las tasas de interés seguirán altas y a eso se suma la desaceleración económica en Estados Unidos, que preocupa de manera importante, así como la guerra entre Ucrania y Rusia que seguirá generando incertidumbre, y la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
“También hay que tomar en cuenta el impacto del cambio climático que se está teniendo hoy en día y que es una variable que hay que tener en cuenta, y los ataques de ciberseguridad. Todas estas variables conforman lo que llamamos un ambiente turbulento para los negocios y las finanzas”, advirtió Domingo Figueroa.
Abundó que en el ámbito nacional, la principal preocupación se relaciona con el impacto que tendrá en México la desaceleración económica en Estados Unidos, especialmente en el sector exportador y en las remesas, a lo que se suma el resultado que tengan las negociaciones en materia energética en el marco del T-MEC.
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