China perdió influencia en Asia el año pasado por las duras medidas impuestas por la directriz de “cero covid“, aunque el gigante asiático se destaca por entrar al 2023 con fuerte capacidad militar, publica este lunes un reputado estudio sobre política exterior de la región.
El “Índice del Poder en Asia 2023“, que elabora el instituto australiano de estudios sobre política exterior Lowy, sitúa a China en el segundo lugar en un ránking de 26 países y territorios, que encabeza Estados Unidos y que coloca a otras potencias “medianas” como Japón, India, Rusia y Australia entre la tercera y sexta posición.
El Índice destaca que China registró el mayor descenso de poder en comparación al resto de los países analizados debido a las restricciones anticovid que impedían las entradas y salidas al país asiático, así como el debilitamiento de los lazos económicos y de las inversiones internacionales en 2022.
Conforme a la manera de calificar de Lowy, la potencia asiática, que tuvo una puntuación de 72.5 sobre cien y retrocedió 2,1 puntos respecto al año anterior (-3 %), mientras que otras potencias como Estados Unidos, con 80,7 de puntuación, cayó en 1.5 puntos (- 2%).
Las fuertes medidas parte de la directriz china de “cero covid“, que comenzó a desmantelar en diciembre tras casi tres años, aplicaron duras restricciones, confinamientos y cierre prácticamente de las fronteras que desencadenaron fuertes en protestas en el país.
“La capacidad económica de China, medida de la fortaleza económica central y la capacidad de utilizar la economía como ventaja geopolítica está en su nivel más bajo desde 2018″, subraya el estudio.
A pesar de este retroceso, China ha mejorado su capacidad militar, lo que le ha permitido cerrar la brecha con Estados Unidos en este campo específico desde 2018, cuando ésta era de 27 puntos, a 23 unidades el año pasado, indicó el texto.
El informe apuntó que en 2022 China desplegó sus capacidades militares de forma “más asertiva” en el Mar de la China Meridional, en su frontera con India y en respuesta a la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi.
“Las extensas maniobras militares de China en torno a Taiwán fueron diseñadas para poner a prueba al Ejército de Liberación Popular y las respuestas taiwanesas, pero también para establecer una ‘nueva normalidad’ con repetidas incursiones de aviones militares chinos sobre la línea mediana del estrecho de Taiwán”, precisa el documento.
Si bien Estados Unidos mantiene su influencia militar en Asia, el país norteamericano ha perdido terreno significativo en la influencia diplomática en la región a pesar de la creación o reforzamiento de acuerdos regionales estratégicos como el Quad (que lo une a Japón, India y Australia), o el AUKUS, (pacto de Defensa entre Camberra, Washington y Londres).
Con este panorama se prevé que Washington no recupere su “primacía incontestable” en esta región “cada vez más caracterizada por la competencia bipolar entre dos superpotencias”, en donde “el poder global de China sigue estando por detrás de Estados Unidos, pero le sigue de cerca”, apunta el informe.
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