El expresidente Donald Trump llegó a la oficina de la fiscal general de Nueva York el jueves para su segunda declaración jurada en una disputa legal sobre las prácticas comerciales de su empresa, y su abogada dijo que esta vez Trump responderá y no se cobijará en la Quinta Enmienda para no incriminarse.
“El presidente Trump no solo está dispuesto, sino que está ansioso por testificar ante la fiscal general hoy”, declaró la abogada, Alina Habba, en un comunicado. “Se mantiene resuelto en su postura de que no tiene nada que ocultar, y ansía educar a la fiscal sobre el enorme éxito que ha tenido su compañía multimillonaria”.
Trump se reunió con abogados que trabajan para la fiscal general Letitia James, quien demandó a Trump el año pasado. En su demanda, James acusa a Trump ya su familia de engañar a bancos y socios de negocios al darles información falsa sobre su patrimonio neto y sobre el valor de activos como hoteles y campos de golf.
La demanda no está relacionada con los cargos penales presentados contra Trump por el fiscal de Manhattan, que llevó la semana pasada a la lectura de cargos, la primera vez que eso ocurrió con un exmandatario de Estados Unidos.
En un mensaje en redes sociales el jueves en la mañana, Trump calificó la demanda como “ridícula, al igual que todos los otros casos de Interferencia Electoral que se me han presentado”.
Saludó con el puño en alto cuando salió de la Trump Tower, y llegó a la sede de la fiscalía a eso de las 9:42 am
James declinó responder a una pregunta sobre la sesión con Trump, en una conferencia de prensa sobre otro tema el miércoles.
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