El exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam, fue vinculado a proceso por un juez federal luego de una audiencia de más de 11 horas, donde se acusa de cometer tortura, desaparición forzada y coalición de servidores públicos en el caso Ayotzinapa.
De acuerdo con la información la Fiscalía General de la Republica (FGR) acusó al exfuncionario federal de permitir la tortura y desaparición forzada de Felipe Rodríguez Salgado “El Cepillo”, quien originalmente fue señalado de formar parte del grupo criminal conocido como Guerreros Unidos, pero que hoy está absuelto.
Los agentes del ministerio público sostuvieron ante el juez de Control, Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, que tras la detención de “El Cepillo” en 2014, Murillo Karam supo de su tortura durante los interrogatorios en los que se pretendía obtener información acerca del paradero de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Detallaron que Rodríguez Salgado denunció directamente al exprocurador que había sido víctima de tortura en las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) durante su detención.
Sin embargo, al conocer de estos hechos, Murillo Karam hizo caso omiso y le pidió seguir “cooperando” con las autoridades y declarar ante el juez lo que le pedían los agentes de seguridad, ya que de lo contrario lo asesinarían junto con su familia.
Dichas torturas, que consistieron en golpes, ruptura de meniscos y choques eléctricos en los testículos, según la FGR, habrían ocurrido a manos de Tomás Zerón de Lucio, extitular de la Agencia de Investigación Criminal, policías federales y agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) luego de ser detenido en un cateo en un domicilio de Morelos en diciembre de 2014.
Durante la audiencia que se celebró en el Reclusorio Sur, con un Murillo Karam ataviado con su traje de reo color beige, “El Cepillo” pidió hacer uso de la palabra para fortalecer lo dicho por la FGR al señalar que le arruinó la vida.
“Ése señor fue una de las personas que me torturó. Le dije que me habían golpeado y no hizo nada. Me ordenó qué es lo que tenía que declarar. Ese señor me arruinó la vida y la de mi familia. Desde entonces sigo yendo a terapia. Yo no vengo a causarle un daño a ese señor, yo quiero justicia”, sostuvo desde videoconferencia.
Esta acusación, la segunda por el caso Ayotzinapa, se basa en unos videos que datan de 2014 en los que se observa cómo se desarrolla el interrogatorio en contra de “El Cepillo”, uno de ellos incluso difundido en redes sociales en 2020, donde aparece sin playera y con una bolsa en la cabeza.
Ante esta situación y para intentar que su cliente no fuera vinculado a proceso, la defensa del exprocurador alegó que los videos fueron modificados en diferentes ocasiones, que no se resguardó correctamente la cadena de custodia al permitir que se filtraran y que a pesar de ser el titular de la entonces Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam no tenía conocimiento de las torturas efectuadas por sus subalternos en instalaciones de la SEIDO.
Los argumentos, no obstante, fueron desestimados por el juez Delgadillo Padierna después de más de dos horas de deliberación, tomando en cuenta que, con la información actual, hay evidencia que demuestra que sí estaba enterado de los actos de tortura y la desaparición forzada.
Por ello, determinó vincularlo a proceso por ambos delitos, mientras que descartó hacer lo mismo respecto a la coalición de servidores públicos porque desde su punto de vista no se acreditó este tipo penal. Además, le dictó prisión preventiva ante el posible riesgo de fuga.
“Ha venido una narrativa muy importante en torno a estos casos, ahora de tortura, y pareciera que a la luz de esto es fácilmente procesable a unas personas, aunque no se acreditara ninguna participación (así que) vamos a seguir impugnado estás resoluciones”, finalizó.
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